El partidazo de la Copa se paga caro: Messi, víctima del esfuerzo

Messi anotó el primero de sus goles desde el punto de penalti

Messi anotó el primero de sus goles desde el punto de penalti / AFP

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Otra vez Messi. Siempre Messi. Salvador Messi. Imprescindible Messi. Otro partido que se explica con los goles del argentino. Esta vez la remontada se quedó a medias. Sevilla y Valencia en cuatro días ha sido una prueba de fuego excesiva para un equipo que sigue vivo en las tres competiciones. Sobresaliente ante los andaluces, un simple aprobado ayer. El punto conquistado sabe a poco pero es valioso. Lo que queda claro es que el mes de febrero será duro y complicado con tres clásicos por delante y la vuelta a la Champions. Exigirá un esfuerzo físico importante ya que jugar cada cuatro días se acaba acusando.

Gusten o no al vestuario, las rotaciones no son un capricho sino una necesidad. Valverde tiene que pensar que no todo se acaba en febrero, que hay que llegar a abril/mayo con fuerza para no fallar en el momento culminante. El bajón físico de la última media hora de ayer, fue todo un aviso. Al final, parecía que el Valencia buscaba con mas ímpetu los tres puntos. Suárez tuvo un mal día y Coutinho volvió a las andadas. La reaparición de Dembélé puede llegar en el mejor momento. El ataque necesita un revulsivo para no estar siempre pendientes del talento de Messi.

Lo más preocupante de ayer en el Camp Nou fue ver a Messi acudir a la banda en busca de auxilio médico. Se hizo el silencio en el Camp Nou. No estamos acostumbrados ya que es un jugador con un tren motriz muy potente que suele encajar las tarascadas de los rivales sin consecuencias. Necesitó de los cuidados del fisioterapeuta y los consejos del doctor para continuar. Queda por ver si fue un simple golpe o una lesión muscular. Parece que sufre una contractura en el muslo derecho que abre muchos interrogantes. Lo cierto es que acabó el encuentro tocado y el último cuarto de hora apenas entró en juego. Veremos si se recupera para jugar contra el Madrid o se decide darle un descanso para no forzar la máquina.

El mes de febrero se ha estrenado con un tropiezo pero lo que viene es un ‘tour de force’ de verdad. Nubarrones en el horizonte. Dolores de cabeza para Valverde que sabe que los jugadores no son máquinas. Después del partidazo ante el Sevilla veíamos un futuro despejado y optimista. De repente todo ha cambiado. Ayer pagaron el esfuerzo de la Copa lo que confirma que estar en todos los frentes al máximo nivel es un reto traidor. La eliminatoria contra el Madrid llega en mal momento si Messi no está al cien por cien, aunque el Barça tiene capacidad para crecerse en los momentos difíciles. El viaje a Lyon de Champions es para tomárselo con todas las precauciones. En Europa hay que poner todos los huevos en el mismo cesto. Las visitas al Pizjuán y San Mamés tampoco serán fáciles. Es el momento crítico de la temporada. En pleno invierno, con frío y los campos pesados, las dificultades aumentan y los riesgos aparecen.

La temporada es muy exigente y pocos equipos aguantan el ritmo infernal de tres competiciones. Toca recordar que el Barça es el único club de Europa que tiene dos tripletes en su palmarés. Uno con Guardiola en el 2009 y otro con Luis Enrique en el 2015. Esto quiere decir que ganar Liga, Copa y Champions es poco menos que una proeza, una auténtica hazaña. La prioridad esta temporada es la Champions por encima de todo lo demás. Ojalá se gane todo, pero como se demostró ayer quedan muchos obstáculos por el camino. Es cuestión de que Valverde haga una reflexión profunda para evitar esfuerzos en vano. Hay que evitar que el mes de febrero deje huella.