Las palancas que deben salvar al Barça

Joan Laporta informa de la situación de la entidad azulgrana

Joan Laporta informa de la situación de la entidad azulgrana / Toni Albir

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Otra asamblea histórica. Desde la llegada de Laporta, los socios compromisarios han sido llamados a pronunciarse sobre diferentes temas cruciales para el futuro del club. Desde la financiación del Espai Barça al crédito de Goldman Sachs, pasando por la modificación de los estatutos y el permiso para vender un 49 por ciento de Barça Studios. Hoy toca aprobar otras dos ‘palancas’ que deben dar oxígeno económico a la entidad: la venta del 49 por ciento de BLM y la cesión hasta un 25 por ciento de los derechos de televisión. El objetivo es conseguir recaudar un mínimo de 500 millones de euros para salir del estado de colapso en el que se encuentra el Barça. Se necesita dinero para fichar y, sobre todo, nuevos ingresos que generen ‘fair play’. Si se quiere construir un equipo campeón es imprescindible salir del agujero negro financiero en el que está inmerso el club blaugrana.

Tanto el presidente Laporta como el vicepresidente Romeu han reiterado, en los últimos días, la trascendencia de esta asamblea telemática extraordinaria. Y han recordado que no van ni a hipotecar el club ni a venderse a cualquier precio (de ahí que se haya rechazado la propuesta de Tebas y CVC). La directiva pide hoy permiso para negociar la mejor oferta posible para poner en el máximo valor estos activos. Es la única solución para hacer frente a la terrible herencia y avanzar hacia un nuevo proyecto ganador. La hoja de ruta es cerrar el ejercicio con beneficios, tener fondos propios positivos, empezar a devolver la deuda y poder hacer inversiones deportivas.

El Barça está en la UCI y necesita intervenciones extremas para resucitar. Sin duda, las operaciones que propone la junta no son las mejores. Pero son las únicas posibles en el estado de emergencia en el que se encuentra el club. Hay que conseguir estabilizar económicamente la entidad para afrontar todos los proyectos de crecimiento que existen. Laporta y Romeu tienen un plan para convertir el Barça en un club sostenible y alejar, de esta forma, el fantasma de la sociedad anónima deportiva que sobrevuela por el Camp Nou desde hace ya demasiado tiempo.

Los compromisarios deben entender la grave situación de la entidad y el carácter excepcional de las medidas que se van a tomar para salir de la crisis y, sobre todo, para mantener el actual modelo de propiedad. Solo había dos fórmulas: o pedir dinero al socio (en forma de derrama) o ir a buscar ese dinero fuera (vendiendo activos). Y se ha optado por la segunda. La menos costosa para los auténticos propietarios del Barça.