Otra oportunidad perdida del Barça

La final Supercopa Endesa entre Madrid y Barça

La final Supercopa Endesa entre Madrid y Barça / @FCBBasket

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Pequeños contra grandes

Chus Mateo, al inicio del partido, intentó, con un quinteto alto y físico y sin bases, marcar un juego agresivo con opciones cercanas a canasta. Dominaron el rebote con facilidad, pero ninguno de sus jugadores fue determinante a la hora de sacar ventaja bajo los tableros. Además, sus porcentajes fueron muy bajos. Tampoco el Madrid se esperaba una actuación como la que vimos en un Sanli infalible que aprovechaba todos los balones doblados, Laprovittola, que recibía y obligaba a Tavares a jugar lejos de su pintura.

El pívot blaugrana clavó además un par de tapones que minimizaron el daño que podían producir el sinfín de rebotes ofensivos madridistas. En el segundo cuarto, el Barça jugó muy suelto, con una excelente defensa, aprovechando, para correr, todos los errores de su rival. Los blancos, durante estos 10’, anduvieron perdidos. Saras colocó al unísono a Kuric y Abrines. Una decisión que resultó muy acertada ya que, pese a estar en inferioridad física, fueron muy incisivos en ataque. El círculo lo cerró un Vesely intimidador, anotador y que, gracias a su experiencia, sabe estar en la pista y escoger, en general, las mejores opciones. Fueron 20’ de claro dominio blaugrana. Ningún jugador del Madrid estuvo a su nivel habitual.

Cuatro minutos y los tiros libres

El Barça siguió, tras el descanso, dominando el partido. Un tercer cuarto plácido y esperanzador. A falta de 4’, los blaugranas ganaban de 9 puntos. Y llegó entonces un colapso inexplicable que hizo que los de Saras cerraran el periodo a menos 6. Es verdad que Llull anotó 3 triples, y Tavares provocó el pánico-17 puntos y 8 rebotes tras el descanso-, pero el descontrol blaugrana no tuvo ningún sentido y permitió que el Madrid entrara en el duelo y creyera en la victoria.

No obstante, Laprovittola, en el inicio del último periodo, renovó las esperanzas del Barça junto a un luchador Kalinic. Errores y aciertos por ambos bandos que llevó el duelo a una prórroga en la que el Madrid fue más consistente. No sólo de Laprovittola puede vivir el Barça. Un error de Kuric lo llevó al banquillo, demasiado castigo, y Saras apostó por jugar con tres bases.

El base argentino estaba entonces muy cansado y los ataques no fueron los mejores. Tavares impuso su ley ante excesivas ingenuidades blaugranas en un momento clave del encuentro. El Madrid lanzó muchos más tiros libres que el Barça y con un 84% de acierto, por un 65% de los de Jasikevicius. El Barça dejó escapar una gran oportunidad para empezar ganando en su particular “guerra” contra el Madrid.

TAVARES VOLVIÓ A SER UNA PESADILLA. Unos números estratosféricos. Anotó 24 puntos y capturó 12 rebotes, pero forzó 8 faltas personales y colocó 5 tapones, alguno de ellos decisivos. Volvió a ser un arma letal para el Barça. Entre él y Llull remontaron un duelo que tenían muy complicado.

AL BARÇA LE FALTÓ REMATAR CUANDO PUDO. Si tienes al Madrid contra las cuerdas, debes aprovecharlo. También, piezas clave como Satoransky no estuvieron bien. Y algunas decisiones del técnico, no presencia de Kuric o Sanli en momentos importantes, no ayudaron en absoluto.