¡Olvidémonos de Neymar! De cara al 2020 no interesa

Neymar celebra su gol con el exazulgrana Dani Alves

Neymar celebra su gol con el exazulgrana Dani Alves / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El culebrón Neymar no ha terminado bien para el Barça. Demasiado largo, demasiados esfuerzos y demasiada negociación para llegar a un punto final previsible. El jugador brasileño quería regresar al Camp Nou pero el PSG puso todos los obstáculos para que esto no sucediera. Para los árabes era una cuestión de orgullo. Se la tienen jurada al Barça, son de los que no olvidan ni perdonan. Es hora de contar que el mal rollo con el club catarí no viene del intento de fichar a Marquinhos, ni de negociar a sus espaldas con Verrati, ni de dar cuerda al díscolo Rabiot. 

La desconfianza, recelos, prejuicios y distanciamiento son consecuencia de la etapa final del patrocinio de Qatar Foundation. La colaboración acabó mal. Recuerden que Bartomeu fue a Doha y el Jeque no les quiso recibir molesto del trato crítico y humillante que merecía el estado de Catar en ciertos medios de comunicación españoles. Consideraban que el club no hacía todo lo que estaba en su mano para evitar que su gobierno fuera considerado una dictadura, donde no hay libertad y los peones extranjeros son tratados como esclavos. Cuando acabó aquel contrato, se rompieron las relaciones y el presidente del PSG, siguiendo órdenes, siempre ha sido un enemigo para el Barça.

Conociendo el mal rollo que ha habido en los viajes recientes de los directivos del Barça a París y los sucesos anteriores, no entendemos cómo Bartomeu no cerró definitivamente el tema Neymar en la última entrevista por televisión. Dejar una puerta abierta para el 2020 nos parece fuera de lugar ya que significa tanto como no cerrar el canal de los rumores de cara al futuro.  Preguntado sobre el brasileño, el presidente dijo que descartaba su incorporación en la ventana de fichajes de invierno pero que en el mes de febrero la secretaria técnica se lo podía replantear. Resucitar este culebrón nos parece del todo desaconsejable. El brasileño es agua pasada y los mejores años ya los ofreció en el Camp Nou cuando estaba en plenitud física.

Dos razones importantes nos llevan a pensar que volver a negociar por Neymar en el 2020 sería un error. En primer lugar hay que tener en cuenta que el próximo verano ya tendrá veintiocho años y medio y que su mayor ambición entonces será ganar con Brasil el Mundial de Catar. También hay que tener muy presente que su precio de venta estará fijado en 170 millones, una cantidad desorbitada que el Barça no debería plantearse ya que entre traspaso y ficha, la operación podría superar los 350 millones. Pagar esto por un jugador de más de 28 años, sería un mal negocio económico y un riesgo deportivo peligroso.

El Barça ahora lo que necesita es tranquilidad, trabajo y espíritu de superación. Dejar que Valverde explote todo el potencial de la actual plantilla que es mucho. Encajar a Griezmann, recuperar al mejor Dembélé y construir un centro del campo donde De Jong asuma el papel de protagonista que tiene con la selección holandesa. Todo ello con Messi como director de orquesta ya que el argentino tiene la llave mágica del equilibrio del equipo. Olvidémonos de Neymar, vivir de la nostalgia es negativo. Lo hecho, pasado está. Pero si hay que mirar al futuro, mejor pensar en Mbappé que en Neymar.