Nunca una barrera dio tanto que hablar

"Se nos acabó la flor". Irónico aun en las circunstancias más adversas, al gallego Luis Suárez, seleccionador español en el Mundial de 1990, se le ocurrió apelar al factor suerte para explicar la eliminación del equipo en los octavos de final ante Yugoslavia. “A fuerza de decir en los últimos días que tenía un chisme así de grande, se nos ha ido para el otro lado”, explicaba Suárez en la sala de prensa del estadio Bentegodi de Verona. Fue una derrota cruel, en la prórroga, y resumida en una imagen, la de la barrera de España en el lanzamiento de la falta del gol de Stojkovic.

He ahí la barrera más famosa de la historia del fútbol español: nunca cinco jugadores alineados frente a una falta generaron tanta literatura. Sobre todo Míchel (dorsal ‘21’ y brazalete de capitán), a quien se acusó de haber apartado la cabeza en el peor momento posible. El balón pasó justo por allí antes de entrar en la red de Zubizarreta. Para muchos jugadores (Chendo, Sanchís, Martín Vázquez, Górriz, Andrinua, Rafa Paz o Villarroya) fue su último partido en un Mundial. También para Míchel