¿Y por qué no un nuevo Camp Nou en una nueva ubicación?

Así será el Espai Barça

Así será el Espai Barça

Ernest Folch

Ernest Folch

En la pasada precampaña electoral, una idea de Agustí Benedito causó un pequeño revuelo: la posibilidad de derribar el Camp Nou y hacerlo todo nuevo, puesto que empezar de cero, según algunos expertos, puede suponer una rebaja de más del 40% respecto al precio de renovarlo pero conservando su estructura. La propuesta tardó pocas horas en ser desmentida por el propio Ayuntamiento de Barcelona, que se encargó de recordar que según la ley municipal el Camp Nou pertenece a la categoría de edificios de ‘interés urbanístico’ que en ningún caso pueden derribarse. 

La idea de Benedito quedó olvidada, pero la maltrecha economía blaugrana podría volver a resucitarla, aunque reformulada: se trataría no de derribar el Camp Nou y hacerlo de nuevo en el mismo sitio sino buscar una nueva ubicación, siempre dentro de Barcelona ciudad, para poder hacer un estadio totalmente renovado. Esta es una de las varias posibilidades que el club se plantea explorar para reducir drásticamente los costes de construcción del Espai Barça, que internamente ya se cifran cercanos a los 1.000 millones de euros si se mantiene el proyecto tal como lo diseñó la anterior junta y que a día de hoy es absolutamente inasumible. 

En estos momentos el presidente Laporta se encuentra ante una compleja cuadratura del círculo: hacer compatible la necesaria y urgente reforma del Camp Nou con unos recortes implacables, que afectarán a todos los estamentos del club, incluidos los futbolistas del primer equipo. Por todo ello podría cobrar fuerza lo que ahora mismo es solo una hipótesis interna de trabajo: abandonar la idea de reformar el Camp Nou desde dentro e iniciar la construcción del nuevo Espai Barça en otro lugar de la ciudad, todavía por definir. Evidentemente esta nueva vía es compleja, necesita la colaboración del Ayuntamiento, e implica un nuevo retraso (el enésimo) sobre el plan previsto, y ahora mismo imposible económicamente, que contemplaba iniciar las obras este mismo verano. 

A las puertas de conocerse la auditoría, que certificará la magnitud de la gran tragedia de la economía blaugrana, puede que la única solución posible sea precisamente la más barata. Porque ni es posible renunciar al nuevo Camp Nou (que sería lo mismo que perder competitividad frente a los clubes que ya han hecho estos deberes) ni es posible gastarse 1.000 millones que hoy el club ni tiene ni siquiera puede pedir prestados. Se dirá con razón que renunciar a la actual ubicación del campo es una solución radical y traumática, pero peor es hundir definitivamente la economía del club o taparse los ojos y dejar que el campo, como dijo Tusquets, se caiga a trozos. Llegados a este punto, lo mejor es enemigo de lo bueno. Como dicen en Halloween, susto o muerte. Este es exactamente el punto en el que se encuentra ahora mismo el Barça con el Espai Barça y con tantos otros problemas.

Lo que Cruyff pensaría de Jordi

Nos preguntábamos en esta columna dónde estaba el ideólogo del Barça y una horas más tarde el Barça fichaba a Jordi Cruyff. Gran noticia para el club: ahora habrá que ver si realmente desempeña el papel de ‘guardián de las esencias’ que tanta falta hacía. En cualquier caso es un hecho que Jordi ha renunciado a un brutal salario en China para ir a su querido Barça cobrando, dicen, diez veces menos. Solo por esto Johan estaría muy orgulloso de su hijo.

Lo que Cruyff le diría a Ilaix

Ilaix fue sin duda una de las buenas sensaciones de este final de temporada: impresionó su desparpajo, combinado con una buena técnica y un gran físico. Fue una de las muchas apuestas por los jóvenes de Koeman, que había sido además una apuesta en su día del club, que accedió a pagarle una ficha millonaria cuando aún era un juvenil para poder retenerle. Ahora Ilaix ha cambiado de agentes y pretende pasar por caja antes de consolidar su rendimiento.