ELLAS, con mayúsculas

El Barça femenino celebrando un gol

El Barça femenino celebrando un gol / Valentí Enrich

Carme Barceló

Carme Barceló

Y ellos, con minúsculas”, me decía uno de los veteranos del sanedrín de mi grupo de whatsapp ‘Som del Barça en pilotes’ (Somos del Barça en pelotas). Una, que ha se ha educado entre monjas dominicas, se apunta a esta máxima pase lo que pase pero con espíritu crítico y elegante. Eso, siempre.

Quizás piensen que ya lo han leído todo sobre victoria histórica del Barça Femení en la UWCL pero les falto yo, discúlpenme. La que lleva años escuchando -y soportando- eso de que el fútbol femenino ni es fútbol ni es femenino. O, en los últimos tiempos, la bandera de las feminazis. Me fastidia, por decirlo fino, visibilizar a estos impresentables pero es la manera que tengo, por desgracia, de contextualizar el tiempo que vivimos.

Porque en 2021, tras ver unos primeros cuarenta y cinco minutos de cine del Barça ante el Chelsea que poco o nada tienen que envidiar a infinidad de partidos de fútbol masculino que hemos visto, sigo escuchando y leyendo estas barbaridades. Pero, como diría aquélla, “dientes, dientes”.

El corazón no conoce planificación. El calendario provocó que, horas antes que el primer equipo profesional azulgrana de fútbol femenino ganará su primera Champions, sus congéneres masculinos tiraran por la borda y de la forma más patética la Liga masculina en el Camp Nou. “Ellas merecen jugar en ese estadio, j....”, escribía un amigo en el grupo. Las emociones ciegan pero, a la par, colocan de algún modo a todos y a todas en su sitio. Explicaba Lluís Cortés, entrenador del Femení, que sus jugadoras “pidieron entrenar más”. ¿Hola? ¿Hay alguien ahí del masculino? Si la respuesta es ‘sí’, por favor se personen en planta. Gracias.

A Koeman, por desgracia, le quedan pocos entrenamientos por dirigir. No es el mejor pero sí el que, en estos últimos tiempos, más se ha dejado los colores y el corazón (la salud no gana títulos pero, en ocasiones, demuestra implicación al dejar parte de tu piel) que otros que, en teoría, sudan la camiseta. Comprendo que Laporta siga hermético, marcado por las auditorías y su propio criterio, pero ha llegado en plena transición y las circunstancias no solo obligan.

También precisan de paciencia y un ‘combo’ de apuesta por la gente de casa y un par o tres de fichajes -uno sería el de Messi, que aúna ambos conceptos- para crecer como lo ha hecho el Barça Femení. Para escribir un nombre con mayúsculas no solo es necesario el bolígrafo.