Di María, la última broma

Vuelven a relacionar a Di María con ingresos en paraísos fiscales

Vuelven a relacionar a Di María con ingresos en paraísos fiscales / EFE

Jordi Costa

Jordi Costa

El verano blaugrana ha llegado a un punto jeroglífico en que cuando Robert Fernández dice “mi idea es que lleguen uno o dos refuerzos más” ya no se sabe si es sólo su idea, también la de Valverde, si la comparte con Pep Segura y, en definitiva, si todos van a la una. Valga el ejemplo de Seri para ilustrarlo. Hoy, en el seno del club ven probable incorporar a Coutinho antes del cierre del mercado, y mucho más complicada la incorporación de Di María. Y me permito añadir que para qué.

Es cierto que el argentino es un futbolista experimentado, todavía con fogonazos de fútbol; tanto como que su carrera ha ido cuesta abajo desde que abandonó el Real Madrid. Fracasó en el United y, a pesar de que sigue siendo titular, su etapa en el PSG no ha sido un éxito. Más allá de las reticencias -para mí secundarias- que pueda haber entre los aficionados a traer a un exmadridista y a negociar con el club que te ha ridiculizado este verano, no se me ocurre qué puede aportar Di María a una plantilla donde ya están Dembélé, supuestamente Coutinho, Deulofeu e incluso Denis Suárez, que no ha desentonado en absoluto cuando Valverde le ha puesto cerca de la banda.

Con la salida de Neymar, Valverde temió quedarse con una plantilla sin profundidad, ni talento ofensivo, como se comprobó en los dos partidos de Liga en los que faltó Luis Suárez. Dembélé se la ofrece y Coutinho sería un perfil ofensivo que no tiene. Pero ¿qué le ofrece Di María?

Es más: si el Barça puede o quiere hacer dos fichajes, tendría mucho más sentido que uno fuera un central. De hecho, Valverde ya pidió a Iñigo Martínez y su fichaje se frustró por razones no muy explicables. Si es cierto el bulo que corre relacionando la decisión con la imposición de un futbolista de la plantilla, es tremendo, no porque el futbolista la intente imponer, sino porque el club se la acepte.

La cuestión es que Marlon, que aparecía como cuarto central, ya está en Niza y que Vermaelen se va a quedar en la plantilla cuando al principio del verano era un descarte seguro. Dios no quiera que Piqué o Umtiti tengan algún percance físico grave, porque la cosa tendría difícil remedio. En cualquier caso, habrá que esperar que pasen las horas hasta el cierre del mercado, desear que el Barça complete una plantilla lo más competitiva posible, que Valverde quede conforme con ella y, a continuación, hacer una profunda reflexión sobre todo lo que ha pasado este verano en los despachos de can Barça. Porque parece una broma.