El mantra de Xavi: el estilo no se negocia

Xavi Hernández

Xavi Hernández / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

En una entrevista que Xavi concedió a Valdano para BeinSports, hace más de cuatro años, cuando todavía no había iniciado su carrera como entrenador, hizo una soberbia declaración de principios sobre su manera de entender el fútbol del Barça: “El estilo no se negocia. Es el que es. Es el que nos ha dado todos los triunfos. Y a quien lo ponga en duda le diría que renunciar a él sería el mayor error de la historia del club”. Así de contundente se expresó el entonces jugador del Al-Sadd, sabiendo que todo el mundo interpretaría sus palabras como una promesa para cuando se sentara en el banquillo del Camp Nou. Ese momento ha llegado y Xavi, como no podía ser de otra forma, es fiel al modelo que él cultivó como futbolista y que ahora quiere aplicar como técnico.

El estilo que creó Cruyff, magnificó Guardiola y adaptó Luis Enrique ‘vuelve’ al Barça para recuperar la gloria perdida después de demasiados años de incoherencias, decepciones y fracasos. Xavi es un militante irreductible de ese estilo y, seguro, lo va a demostrar. Pero necesita a los jugadores ideales para ponerlo en práctica. No tiene un Xavi y un Iniesta. Ni siquiera tiene un Busquets en plenitud. De ahí su insistencia en contratar a Bernardo Silva para que haga ‘dupla’ de interiores talentosos junto a Pedri. Y de ahí, también, la necesidad de tener dos laterales de referencia (Jordi Alba necesita un recambio y la banda derecha sigue huérfana) que completen el esquema del equipo. 

Xavi no lo tiene fácil. Cuando llegó en noviembre se dio cuenta de que la plantilla ya no sabía jugar al fútbol del Barça. La indolencia, la negligencia, la desidia... habían hecho mella en una plantilla que se había acostumbrado a trabajar poco y a perder mucho. Y el técnico tuvo que hacer un reciclaje a todos los futbolistas para que volvieran a aprender el modelo. Este verano, la imprescindible revolución del vestuario ha provocado hasta 18 cambios (entre entradas y salidas), que pueden llegar a ser 28, si se culminan antes del 31 de agosto todas las operaciones que siguen abiertas.

Eso significa, sin duda, que el técnico necesitará tiempo para implementar sus ideas y para que los nuevos sean capaces de asumirlas y ponerlas en práctica. Se tardará más o menos, pero Xavi tiene claro su mantra: el estilo es absolutamente innegociable. Y con el regreso del estilo regresarán las victorias y los títulos. Es el camino. El camino que convirtió al Barça, en el pasado, en el mejor equipo del mundo. Y el camino para repetirlo en el futuro.