Luis Suárez tiene (mucho) crédito

Suárez se suma a la lucha contra el cáncer de mama

Suárez se suma a la lucha contra el cáncer de mama / CRISTINA GONZÁLEZ.

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Luis Suárez es uno de los mejores goleadores del mundo. Pero está en crisis. Esta temporada solo ha marcado tres tantos en la Liga. Y se encuentra muy lejos de sus mejores registros. Las razones de esta sequía hay que buscarlas en el nuevo dibujo táctico de Valverde, que ha alejado al uruguayo de su tradicional posición de ‘9’, y a los problemas físicos que arrastra en una rodilla, que no le permiten estar físicamente a pleno rendimiento. Pero Suárez no está preocupado por su mala racha. Al contrario. Se muestra absolutamente convencido de que su falta de acierto ante la portería es simplemente eso, una mala racha. “Cuando entre una, entrarán muchas más”, asegura en la entrevista que ha concedido a SPORT.

El Barça necesita los goles de Luis Suárez para aspirar a ser campeón de todo. Con Messi solo no basta. Sobre todo después de la huida de Neymar, la tercera punta del tridente. Y el uruguayo lo sabe. Por eso ha decidido quedarse en Barcelona y no viajar con su selección para seguir un plan de preparación específico que le permita ponerse a punto cuanto antes. Suárez ha entendido que se equivocó al forzar su reaparición, tras la lesión, con Uruguay. Y ahora está pagando la factura. No le queda otro remedio que apretar los dientes y aprovechar estas dos semanas para recuperar la chispa que ha perdido. Porque a Suárez no solo le falta gol. Le falta también velocidad. Y precisión. Sigue luchando como siempre, pero con un segundo de retraso. Que es mucho, demasiado, en el fútbol de élite. Si a eso le unimos cierta incomodidad al tener que jugar un poco alejado de ese punto de penalti que es su gran referencia, encontraremos la respuesta a su crisis.

Luis Suárez se ha ganado el crédito de todo el barcelonismo con sus goles. Por eso, todos tenemos paciencia con él. Porque sabemos que pronto volverá a ser el ‘pistolero’ más rápido del fútbol mundial. Y, como dice él, cuando empiece a enchufarlas seguro que no para.