Un líder llamado Luis Enrique

Luis Enrique durante la final de la UEFA Nations League ante Francia

Luis Enrique durante la final de la UEFA Nations League ante Francia / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Las segundas partes no acostumbran a ser buenas. Y Guardiola, que es más listo que nadie, lo sabe. Regresar al club donde has triunfado es el primer paso para fracasar. Por eso Pep siempre ha dicho que nunca volverá al Barça como entrenador. Como técnico blaugrana ganó todo lo que se podía ganar, incluido un sextete histórico e irrepetible. Y aunque sea amigo íntimo de Laporta, no entra en ninguna de las quinielas de posibles sustitutos de Koeman (la tregua, mucho me temo, durará más bien poco). Cuando acabe su trayectoria en el Manchester City (ya ha anunciado que no renovará su contrato que acaba en junio de 2023) buscará dar el salto a una selección. Cerrará de esta forma el círculo.

Ya hay quien apuesta por él como relevo de Luis Enrique, incluido el propio entrenador asturiano, que está comprometido con España hasta el Mundial’2022. Luis Enrique ha demostrado su carácter y valentía al frente del combinado estatal, tanto en la Eurocopa como en esta Nations League, cuya final ayer perdió de forma totalmente injusta. Hoy, muchos culés le ven como el mejor postor para el banquillo del Camp Nou. Porque sería capaz de liderar esa brutal revolución que tanto necesita el vestuario blaugrana.

Pero mucho me temo que Luis Enrique, como Guardiola, preferirá no repetir su experiencia en el Barça. Que fue tan exitosa como intensa. Ganó un triplete pero se hartó del poder de los futbolistas. Y tras su marcha empezó la decadencia de un equipo que hoy ya es irreconocible. El Barça que se está construyendo necesita un líder fuerte y Koeman, lamentablemente, ya no lo es. El técnico holandés, a pesar de la última ratificación de Laporta, se encuentra en una situación de extrema debilidad generada por los malos resultados y las dudas del presidente. Luis Enrique podría ser ese líder. Pero no querrá. 

Y es una pena, porque Luis Enrique está realizando una labor excepcional en la selección. A pesar de las presiones, se ha mantenido siempre fiel a sus principios. Ni siquiera las duras críticas de los medios de comunicación de Madrid han doblegado sus firmes convicciones. Con un equipo muy joven ha sido capaz de lograr resultados extraordinarios. Y ayer mereció ganar la Nations League. Su perfil encaja perfectamente con las necesidades del Barça... pero él también es consciente de que las segundas partes siempre sobran.