Les presento al nuevo campeón del mundo de sillonbol

Rossi fue el más rápido en los terceros libres de MotoGP

Rossi fue el más rápido en los terceros libres de MotoGP / AFP

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Se lo avanzo: este fin de semana voy a proclamarme campeón mundial de sillonbol. No pienso soltar el apalanque hasta que no tenga la zona donde ubico mi DRS totalmente cuadrada de tanto ver la tele.

La oferta de transmisiones del motor es tan densa e intensa, que uno podría llegar a confundir el entrañable TelePrograma con el mágico Solo Moto de antes.

MotoGP desde Misano y las tradicionales 24 Horas de Le Mans son el plato fuerte. ¡Qué extraño ver la mítica carrera de resistencia sin el color del público que cada año abarrota las pelousses de La Sarthe!

Y, por si fuera poco, entre otras propuestas que seguramente me dejo: el mundial de Superbikes por primera vez en el Circuit de Catalunya. No se lo pierdan.

Este campeonato es lo más. Carreras intensas, llenas de emoción, con adelantamientos al límite y maniobras espectaculares sobre unas motos que se parecen mucho a las que podemos encontrar en el escaparate de cualquier concesionario.

Motos que valen una mínima parte de lo que cuesta una MotoGP y que, sin embargo, son capaces de rodar en unos tiempos bastante cercanos a los conseguidos por los grandes astros de la categoría reina.

En los entrenamientos de julio en Montmeló, Jonathan Rea -ganador con Kawasaki de los cinco últimos mundiales de la especialidad- quedó a tan solo un segundo de la pole conseguida por Quartararo y a una décima de la vuelta rápida de Márquez en el último GP de Catalunya disputado.

Tras la lesión del de Cervera, Alberto Puig quiso hacer una llamada a la valoración global que pueda valer un título sin el número uno del momento en pista.

Algunos no se lo perdonaron, como Carlo Pernat, un individuo que sabe mucho de este deporte/negocio, pero que lleva años paseando su conocida “sobrecogedora” actitud y su incontinencia verbal a través de diversos roles en los paddocks de los circuitos. Asegura que Honda debería despedir a Puig por los resultados obtenidos por el equipo tras la lesión de Márquez. Poca autocrítica, y menos memoria aún, por parte de alguien que se ha pasado de frenada en su afán continuo de notoriedad.

La situación de la escudería Honda-Repsol, la realidad que reflejan los números cosechados este año en las pistas por la principal marca de motos en el mundo nos demuestra cómo es de complicado este mundo. Y, sobretodo, el respeto que no hay que perder a quienes han conseguido tanto.

Wayne Rainey rebatió el comentario inicial de Puig afirmando que incluso sin Márquez este campeonato no está devaluado, y recordó al español que su única victoria en 500 llegó por la ausencia del lesionado Doohan, a la vez que no consideró menos importante el título que Kevin Schwantz conquistó en 1993 por las terribles consecuencias (paraplejia) que tuvo su caída en Misano.

Me encanta ver pilotar a Márquez. Es algo sobrenatural, casi una experiencia extrasensorial. Y espero que vuelva a los circuitos cuanto antes y en la mejor condición posible.

Pero, aún sin él, este campeonato me parece apasionante, con cuatro pilotos distintos estrenándose como ganadores en seis carreras y los siete primeros clasificados separados por menos de veinte puntos. Escribí hace semanas que su leyenda es tan grande que nadie osa -ni inexplicablemente el veterano Dovizioso- a aspirar al trono que ha dejado vacante… pero sólo por un ratito, como si Marc hubiera colgado en la puerta de su chiringuito un letrero de “Salí a comer”.

No disfrutar de esta temporada con tantas variaciones en el mando de las pruebas porque no está Marc, no es sólo una actitud propia de una “grouppie” histérica. También es una falta de respeto hacia el resto de una parrilla que no tiene la culpa de la caída del catalán. Por eso, ante la tele, aplaudiré a rabiar, un domingo más, a todos los pilotos. Y digo todos, por el respeto que deberían merecernos.