Ni las penas del Madrid son consuelo

Que el Barça no estaba jugando bien era una evidencia, pero que estos jugadores, aún no estando al cien por cien, no puedan aguantar un 1-0 a favor en el campo del Leganés es inadmisible. No hay ninguna excusa, ni una sola, para justificar el absoluto desastre que fue el equipo de Valverde en Butarque. Ni las rotaciones de Suárez y Alba, ni el poste de Messi, nada de nada.

Es una vergüenza que en la media hora que el equipo tuvo para intentar la remontada, solo fueran capaces de crear una ocasión de gol. No, no, no y mil veces no. El Barça no puede mostrar esa impotencia... ¡que era el colista, señores, que son 633 millones contra 52 de límite salarial! Y aunque esta es la grandeza del fútbol, que el equipo modesto pueda plantar cara al poderoso, lo que no se puede admitir es que el rival corra más, meta más la pierna, esté más concentrado. Esto es actitud, y ayer se vio muy poca actitud en el Barça.

SITUACIÓN PREOCUPANTE

Es difícil entender el mal momento del equipo de Valverde. ¡Miren si es difícil que ni el entrenador sabe cómo explicarlo! La realidad es que el Barça ha perdido cinco puntos con el Girona y el Leganés, que ya ha encajado siete goles, ¡cinco más que el año pasado a estas alturas!, que en la sexta jornada ya ha perdido un partido, cuando la anterior temporada no cayó derrotado hasta la jornada 37...

La situación es muy preocupante, la defensa es un coladero, el centro del campo genera poco fútbol y la delantera se aguanta solo por Messi. Solo hay tres jugadores a los que se pueda defender, Ter Stegen, Messi y un poco a Dembélé. Los demás están irreconocibles. ¡Ah!, y no caigamos en el error de consolarnos con el Madrid, que tela marinera lo suyo también, pero estar empatados con los blancos cuando se podría estar cinco puntos por encima, no es consuelo, es frustración.