Laporta empieza la 'operación limpieza'

Laporta, junto a su equipo durante la investidura

Laporta, junto a su equipo durante la investidura / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta ha empezado la ‘operación limpieza’ en el Barça. Tres semanas después de su victoria electoral, el nuevo presidente ha despedido a dos de los ejecutivos de máxima confianza de Bartomeu: Albert Soler, responsable de los deportes profesionales, y Román Gómez Ponti, el polémico jefe de los servicios jurídicos. Son los primeros en caer, pero no serán los últimos. Laporta necesita realizar una profunda reestructuración del club en todos los ámbitos. Desde la plantilla del primer equipo hasta los despachos. Quiere borrar la pésima herencia recibida de su antecesor. Y tomará decisiones drásticas. Sin prisa, pero sin pausa. Ayer, por ejemplo, también se supo que Patrick Kluivert dejará de ser el director del fútbol formativo el 30 de junio, cuando se acabe su contrato. Alexanko ocupará su cargo. Y es que Laporta desea avanzar hacia el nuevo Barça que quiere construir rodeándose de aquellas personas que han estado a su lado durante los largos años de travesía en el desierto. Como es el caso de Jordi Casals, el primero nombramiento oficial, que ya ejerce de presidente del Barça B (que podría recuperar su antiguo nombre de Barça Atlètic). Laporta, sin duda, será fiel a los que le han apoyado. Entre ellos el periodista Jordi Finestres y el ex jugador se balonmano Enric Masip, que formarán parte del núcleo duro de presidencia. 

Laporta está realizando estos días un profundo análisis de la situación económica del Barça. La deuda real del club será determinante a la hora de decidir los fichajes, no solo de los futbolistas sino también de los ejecutivos. El nuevo presidente espera revertir la crisis financiera de la entidad lo antes posible, pero sabe que los primeros meses serán muy complicados. Y que podrá gastar lo justo. Antes de hacerlo, antes de invertir un euro, necesita hacer esa profunda limpieza en toda la estructura. Laporta y su junta directiva vigilarán muchísimo en que se empleará cada céntimo del presupuesto. Lógico: entre todos avalan 124,6 millones de euros con su propio patrimonio. Se juegan el dinero de su bolsillo.