Lo importante era sumar tres puntos

Teniendo en cuenta el estado de ánimo que dejó el Clásico, pocos habrían dudado a la hora de elegir entre jugar bien y perder, o jugar mal y sumar tres puntos

El Barça se la juega hoy en el Camp Nou

El Barça se la juega hoy en el Camp Nou / JAVI FERRÁNDIZ

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

Teniendo en cuenta el estado de ánimo que dejó el Clásico, pocos habrían dudado a la hora de elegir entre jugar bien y perder, o jugar mal y sumar tres puntos. Hay momentos en los que prevalece el resultado. Y este fin de semana era el objetivo primordial. Una derrota hubiera sumido al Barça en una dinámica aún más negativa, pero la victoria contra la Real Sociedad, sin firmar un partido brillante, contribuye a tranquilizar un nerviosismo por momentos desbordado.

Ya llegarán partidos que permitan sumar puntos con mayor facilidad. Pero el duelo contra una Real sin complejos, que en el Camp Nou volvió a confirmar la buena imagen que está dejando esta temporada, se presentaba como un obstáculo difícil de salvar.

Estamos presenciando una liga marcada por la irregularidad y habrá jornadas, como esta última, en las que apenas habrá que arremangarse para mantener viva la pelea por el título. La crisis va por barrios y se ha ido alternando cada fin de semana, dependiendo de los tropiezos del Madrid o del Barça. El conjunto culé ha pasado de un Clásico supuestamente dramático a la recuperación del liderato después de la derrota merengue contra el Betis.

En este constante pingpong, sobran los análisis profundos sobre planificación, jugadores, directiva o cambios de entrenador. No suman, ni interesan. Sencillamente no es el momento. Quedan apenas dos meses de competición con dos títulos en juego y toca centrarse en lo meramente deportivo. Hay obviedades que ahora no tienen solución ni deben someter al club a un examen después de cada partido, pero sí están sirviendo de pretexto para sucesivas minicrisis que alimentan la negatividad que rodea al conjunto blaugrana. Cada pequeño detalle, incluso sin importancia, como el debate en torno a Eder Sarabia, contribuye a agigantar el problema. Urge blindar al equipo del ruido exterior y que se vuelque por completo en los resultados inmediatos.

Es evidente que al Barça este año le está costando imponer su sello fuera de casa. La suma de puntos a domicilio (18) se reduce prácticamente a la mitad si la comparamos con los cosechados en el Camp Nou (40). Una diferencia clara que también se traslada a su capacidad goleadora en casa (45) y fuera (18).

Cuando a un equipo le faltan elementos para desequilibrar en el último tercio y el rival tiene medio trabajo hecho con neutralizar a Messi, sale necesariamente castigado en los desplazamientos. Un jugador como Martin Braithwaite ilusiona a la grada porque ofrece algo que se echaba en falta: carreras verticales en profundidad que rompen a la defensa rival y directas a la portería. Las salidas y las lesiones han condicionado al equipo y la plantilla es justa en esta fase crucial de la temporada.

Los obstáculos son evidentes, pero en estos momentos toca liberar al club de presiones externas y que únicamente hablen los protagonistas del campo. Incluso recurrir al Cruyffismo a modo de comparación no beneficia a ningún entrenador, tampoco a Quique Setién. Por mucho que sea un término que me llena de orgullo por razones obvias.

ME GUSTA

Final vasca en la Copa del Rey

Me declaro un gran entusiasta de este formato que premia al mejor en noventa minutos, como en Inglaterra. La gente quiere sorpresas. Jugar a doble partido solo beneficiaba a los grandes. Y celebro que la Real Sociedad y el Athletic Club de Bilbao vivan su particular derbi en la final. Competiciones como esta copa reconcilian al aficionado con el fútbol.    

NO ME GUSTA

El coronavirus cierra estadios

Proteger la salud pública está por encima de cualquier valoración. Pero es una lástima que el coronavirus esté condicionando tantas modalidades deportivas. El deporte es para el público y sin espectadores pierde su esencia. Los partidos a puerta cerrada son un mal menor. Suspender competiciones y acumular calendarios en esta fase final de temporada traería peores consecuencias.