Hay pólvora, hay Barça

Suárez y Messi celebran el primer gol

Suárez y Messi celebran el primer gol / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

En ocho minutos de locura, el Barça hizo lo que no pudo hacer el Sevilla: Marcar cuando tuvo ocasiones de gol. El equipo azulgrana impuso su pegada con tres tantos preciosos (de los cinco disparos en la primera parte) que le dan una victoria holgada, que le permiten remontar hasta la segunda posición y que le dan tranquilidad ahora que llega el parón tras sumar cuatro triunfos seguidos. El Barça respira hondo porque va recuperando efectivos y porque el juego va mejorando. Desde el traspié en Granada, el equipo va a más y su última víctima ha sido el Sevilla, hasta ahora en la parte alta de la clasificación.

El Barça demostró mejoras sensibles, especialmente en ataque donde se agradeció la ausencia de Griezmann (banquillo). El equipo aprovechó más los espacios con Dembélé quien aporta más profundidad. Antoine choca con Messi y Suárez cuando estos están en el campo por la tendencia natural de ir por el centro. Y a un extremo, donde Griezmann tiene que buscarse la vida, se le pide velocidad y uno contra uno, virtudes que explota mejor Dembélé o Ansu Fati. Trabajo de Antoine será el de reinventarse para encontrar un hábitat adecuado o explorar otras virtudes para sumar al equipo.

Si en ataque se funcionó bien, en defensa todavía queda mucho. Y no es por la presencia de Todibo, por jugar con cuatro diestros o por la ausencia de laterales izquierdos. El Sevilla llegó muchas veces y solo la imprecisión de De Jong evitó que el Sevilla plantara cara al partido. Solo le faltó un nueve letal porque tiene elementos de mucho talento (Reguilón, Banega, Navas o Ocampos) que pudieron sorprender al Barça.

El Barça funciona en ataque (16 goles en el Camp Nou en los últimos cuatro partidos de Liga) pero mejorar atrás es clave para cuando, en primavera, nos llegue un equipo inglés. Entonces será la hora de la verdad.