Griezmann, el temido enemigo que pronto será amigo

Filipe Luis espera que Griezmann se quede en el Atlético

Filipe Luis espera que Griezmann se quede en el Atlético / EFE

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Hoy será el blanco de todas las miradas en el Camp Nou en su doble condición de rival temido y futuro jugador del Barça. El Atlético llega en racha y su estrella en estado de gracia. Griezmann despierta morbo, suma siete goles en sus dos últimos partidos de Liga y desde la vuelta de Diego Costa ha recuperado la voracidad goleadora. Hace dos meses el Wanda Metropolitano le pitaban, hace un mes mandó callar a la afición en un gesto a lo Piqué que sentó mal a la grada colchonera, pero ahora lo idolatran y miman con la esperanza de que puedan dar caza al líder. En abril debe comunicar si se queda o se va, pero rebajada la cláusula a 100 millones lo pone a tiro de un traspaso seguro. El Barça es quien lo tiene más adelantado, hasta el punto de que Jose Maria Bartomeu se ha reunido en privado con la hermana del jugador que le hace de mánager y su padre. El acuerdo económico está cerrado. Un goleador de clase mundial por 100 millones es una oportunidad que no se puede dejar escapar.

Griezmann llegó al fútbol base de la Real Sociedad cuando solo tenía 13 años. Era un niño hábil con el balón pero con una condición física muy frágil que explica que varios clubs franceses, entre ellos el Olympique Lyon, lo descartaran para entrar en su escuela de futbolistas. Un paralelismo muy parecido al protagonizado por Messi, que también llegó a los 13 años a la cantera del Barça más por su técnica que por su planta física. Nadie les ha regalado nada, pasaron por todas las categorías, infantiles, cadetes y juveniles antes de dar el salto al primer equipo. Leo debutó en Primera a los 17 años en el 2004. Antoine lo hizo el 2009 con 18 años y la gran oportunidad le llegó en el 2014 cuando fichó por el Atlético de Madrid que pagó 30 millones de traspaso a la Real.

A punto de cumplir 27 años, en plena madurez de su carrera, con un poder goleador excepcional (más de 100 goles con el Atlético), Griezmann tiene claro su futuro. Está contento en el Atlético donde el año pasado le subieron la ficha a 15 millones netos por temporada, está agradecido a Simeone por todo lo que le ha enseñado, pero quiere ir a un grande para progresar y ganar títulos. Desde el mismo día que se marchó Neymar, soñó con ir al Camp Nou para jugar con el jugador que más admira, Messi. Pero entonces había un problema sin solución, el Atlético le había subido la cláusula de rescisión a 200 millones en el período que la UEFA le había sancionado sin fichar. El jugador entendió la situación, aceptó continuar un año más a cambio de una mejora de contrato y que después le rebajaran la cláusula a 100 millones.

Desde que Griezmann forma tándem con Costa, el Atlético acumula un 80% de victorias. Llegaron a ir a once puntos del Barça y ahora están a cinco con un juego más goleador aunque mantiene su característica de equipo menos goleado. Piqué y Umtiti tendrán hoy una tarde intensa enfrentados a la velocidad del francés y la combatividad del hispanobrasileño. Si además juega Dembélé, la comparación entre los dos extremos franceses será inevitable.