Griezmann siempre fue un fichaje extraño

Griezmann ha dado síntomas de recuperación, coincidiendo con el cambio de dibujo táctico

Griezmann se cae del once / Javi Ferrándiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Sale ahora Éric Abidal y suelta que Neymar hubiera fichado por el Barça si no se hubiese optado por fichar a Griezmann. Por supuesto, afirma que el regreso del brasileño era su opción prioritaria, que lo tuvo muy adelantado con el PSG pero que la decisión de contratar al francés fue del presidente Bartomeu. También desvela Abidal que quiso echar antes a Valverde, que así se lo dijo al presidente y que éste no solo no le hizo caso sino que renovó al entrenador y que luego, cuando decidieron cesarle, Pochettino era su hombre pero la directiva lo vetó por su vinculación con el Espanyol.

Partiendo de la base de que lo fácil es desviar responsabilidades cuando se han consumado los errores en vez dimitir cuando a uno no le hacen ni puñetero caso, que es lo que claramente denuncia el ex director deportivo, y que, en consecuencia, la credibilidad mengua conforme pasa el tiempo, sí es cierto que el fichaje de Griezmann fue extraño desde el principio. Un fichaje retransmitido en directo, en dos tentativas, con una humillación pública de por medio y un precio final superior al de su cláusula de rescisión con el Atlético. Ummm... 

DEMASIADAS DUDAS. Confieso que yo hubiera fichado a Griezmann el primer año, pero sin ninguna duda me habría olvidado de él tras su negativa en el dichoso documental, para más inri producido por una empresa de Piqué. Al Barça se le puede decir que no, pero no de aquella manera, exponiendo dudas y mostrando un carácter y un entorno sospechosos. En mi opinión, aquella frase de su señora, ya saben: “aquí eres el número uno y allí serás siempre uno más”, le descalifica por completo. Un egoísmo inaceptable que, además, era una declaración de guerra a Messi.

Cuando un año después el propio Messi pidió un esfuerzo por Neymar, empecinarse con el francés no tenía sentido, a menos que hubiera algún compromiso o interés adquirido. La cuestión es que, pese al informe técnico en contra si nos creemos a Abidal, el Barça pagó los 120 millones de cláusula, veinte más que el año anterior, más otros quince disfrazados como derecho de tanteo sobre tres jugadores del Atlético del que nunca más se supo. Yo no lo veo claro, pero no me hagan mucho caso, siempre he sido un malpensado...