Un doblete de Griezmann evita otro ridículo en la Copa

Griezmann, bigoleador en Ibiza

Griezmann, bigoleador en Ibiza / EFE

Lluís Mascaró

Ya dijimos que esta Copa a partido único era un gran peligro. El Barça acumula fracasos históricos en la competición con este formato. Todos recordamos los ridículos de Figueres, Novelda o Gramenet. Y el Ibiza, un Segunda B, se presentaba como un rival muy incómodo. Tan incómodo como el campo de césped artificial de Can Misses. A pesar de todos estos antecedentes y circunstancias adversas, Quique Setién pensó que podía prescindir de la columna vertebral del conjunto (Piqué, Busquets y Messi) en su debut copero. En teoría, solo en teoría, el Barça era infinitamente superior al Ibiza de Pablo Alfaro, aún jugando con los suplentes. Pero esta Copa iguala las fuerzas gracias a la ilusión qjue le ponen los equipos pequeños. Y esa ilusión acostumbra a ser la tumba de los equipos grandes.

El Barça fue la viva imagen de la impotencia ante un Ibiza que barrió a los blaugranas durante la primera mitad. Los locales marcaron un gol, el árbitro les anuló otro y enviaron un balón al poste. El resultado al descanso pudo haber sido de escándalo, sobre todo porque el conjunto de Quique Setién ni siquiera disparó a portería. El rendimiento de cracks como Griezmann, Rakitic o De Jong fue pésimo. Y los chavales (Ansu Fati, Carles Pérez o Riqui Puig) tampoco pudieron tapar las carencias de sus compañeros. Un desastre en todos los aspectos que presagiaba lo peor: un KO a las primeras de cambio en la Copa que podría suponer un mazazo para el proyecto del nuevo entrenador.

Este Barça de encefalograma plano (con mucha pero inútil posesión) resucitó a tiempo en la segunda parte para evitar otro ridículo. Dos goles de Griezmann salvaron al equipo de Quiqué Setién. El juego no mejoró demasiado, pero la clase del francés fue suficiente para darle la vuelta al marcador y clasificar a los blaugranas para los octavos de final. Misión cumplida. Pero siguen las dudas. Incluso aumentan. El nuevo técnico tiene mucho, muchísimo, trabajo por delante.