Griezmann y Coutinho, condenados a irse

Koeman no asegura la continuidad de Griezmann

Koeman no asegura la continuidad de Griezmann

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça ya ha tomado la decisión de prescindir de los servicios de Griezmann y Coutinho. El francés y el brasileño no jugarán en el equipo blaugrana la próxima temporada. La salida de los dos futbolistas es irreversible. Innegociable. Tanto por cuestiones deportivas como por intereses económicos. Ni Griezmann ni mucho menos Coutinho han cumplido las expectativas generadas cuando fueron incorporados a precios desorbitados. Y el club necesita ahorrarse las gigantescas fichas de ambos para poder cumplir el límite salarial... y encajar la renovación de Messi. Estamos hablando de los dos fichajes más caros de la historia del Barça. Y de dos de los fracasos más sonados de Bartomeu. El tercero en discordia es Dembélé. Que también se encontraría en la rampa de salida si no llega a ser por su inoportuna lesión en la Eurocopa. En su caso, el Barça quiere que renueve para poder venderlo más adelante. Y si no acepta la ampliación de su contrato, se pasará toda la temporada (cuando se recupere de su intervención quirúrgica, dentro de cuatro meses) en el banquillo. 

Laporta está dispuesto a presionar todo lo que sea necesario para que la ‘operación salida’ de Griezmann y Coutinho se lleve a cabo lo antes posible. El presidente ha tomado la determinación de ser inflexible en su hoja de ruta. Griezmann tiene claro que su futuro pasa por regresar al Atlético. Aunque no a cualquier precio: el Barça no quiere repetir el mismo error que se cometió con Luis Suárez. En cuanto a Coutinho, parece que ya está listo para pasar una revisión médica que le abra las puertas del mercado. Cesión o traspaso. Da igual. El objetivo es no pagar sus sueldos inasumibles. Y es que la terrorífica herencia dejada por Bartomeu está siendo un pesado lastre en el inicio del nuevo proyecto de Laporta. La deuda es gigantesca (alrededor de 1.500 millones de euros) y revertir la situación implica tomar decisiones tan arriesgadas como valientes. Entre ellas, malvender o incluso regalar a futbolistas por los que se pagaron sumas astronómicas. Hay que hacer tabla rasa para empezar a construir el Barça campeón que debe seguir liderando Messi.