El gigantesco reto del nuevo tridente

Luis Suárez (de espaldas) y Leo Messi en el último entrenamiento previo al Borussia-Barça de la Champions 2019/20

Luis Suárez (de espaldas) y Leo Messi en el último entrenamiento previo al Borussia-Barça de la Champions 2019/20 / David Ramírez

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El nuevo tridente del Barça tiene un gran reto. Un reto gigantesco: hacer olvidar al ‘viejo’ tridente formado por Messi, Luis Suárez y Neymar. Aquel trío de atacantes ha sido, hasta ahora, el mejor de toda la historia del club blaugrana. Por números y por espectáculo. Entre el argentino, el uruguayo y el brasileño marcaron un total de 354 goles en las tres temporadas que coincidieron. Una bestialidad. Rompieron todos los registros, especialmente en la campaña 2015-16 (curiosamente, la siguiente a la del triplete), con un total de 131 tantos. La conexión, dentro y fuera del campo, de Messi, Luis Suárez y Neymar fue, sin duda, una de las claves de su tremendo éxito. Más allá, por supuesto, de una calidad espectacular y un estado de forma excepcional. Tras la huida de Neymar, nada ha sido igual. Ni Dembélé ni Coutinho han conseguido ni siquiera acercarse a las cifras del ahora futbolista del PSG. Y eso, por supuesto, se ha notado muchísimo en el rendimiento del equipo.

El fichaje de Griezmann viene a cubrir el gran vacío dejado por Neymar hace dos años. Salvando las enormes diferencias que existen entre uno y otro futbolista, el francés debe paliar la dolorosa ausencia del astro brasileño. Griezmann tiene que ser la tercera pata de un tridente que ha andado demasiado cojo en los últimos tiempos. Su tarea no es nada fácil: acostumbrado a ser la estrella en el Atlético, ahora Griezmann debe encontrar su sitio en una delantera dominada por la magia de Messi y la eficacia de Luis Suárez. Griezmann debe complementar a sus dos compañeros como hizo Neymar. O, al menos, intentarlo. Está claro que no formarán un trío de amigos fuera del campo, ni tendrán un grupo de whatsapp como el de ‘los tres sudacas’. Pero dentro del terreno de juego deberían ser uno. A partir de esta noche, en Granada, veremos si son capaces de conseguirlo.