Florentino Pérez quiere crear un nuevo Madrid galáctico

Florentino Pérez cometió el error de no fichar un recambio para Cristiano Ronaldo. Y el Madrid está pagando las consecuencias. Aunque ahora los blancos hayan ganado cuatro partidos y Solari aparezca como el salvador, la realidad es la que es: les faltan los 50 goles por temporada que marcaba el portugués. Sin sus goles, sin su carisma y, especialmente, sin su enorme gen competitivo, el Madrid se ha quedado huérfano. Por eso, el presidente tiene claro que el próximo verano deberá pagar el gusto y las ganas para fichar a una de las dos estrellas fichables del fútbol mundial: Neymar o Mbappé. Ambos, curiosamente (o no), están en el PSG, un club investigado por la FIFA por incumplir el ‘fair play’ financiero y que corre el riesgo de ser duramente sancionado. Florentino sigue agazapado a la espera de que el jeque Nasser Al-Khelaïfi  no tenga más remedio que soltar a uno de sus dos cracks. Tiene dinero de sobras para hacer frente a una operación que no bajaría de los 300 millones de euros (entre traspaso y ficha del futbolista). Y, sobre todo, se enfrenta a la necesidad de crear un nuevo proyecto que gire en torno a un nuevo líder. De hecho, su gran objetivo es recuperar el Madrid de los ‘galácticos’. En su versión 2.0. Para volver a ser el club más ‘glamouroso’ del mundo. A golpe de talonario, claro...

En principio parece que el elegido para liderar este nuevo Madrid es Neymar. El brasileño ya se ha dejado querer por los blancos. Y aunque su sueño sería regresar al Barça (una opción totalmente descartada por el club blaugrana), al menos la Liga española le permitiría recuperar la trascendencia futbolística que ha perdido en París. Aunque, puestos a elegir, Florentino Pérez preferiría fichar a Mbappé porque es lo más parecido a Cristiano. De hecho, Mbappé es una mezcla de los dos Ronaldos, el brasileño y el portugués. Y eso gusta muchísimo al presidente del Madrid. Sea Neymar o sea Mbappé, Florentino protagonizará el gran terremoto en el mercado veraniego. Porque esta será la operación de más envergadura, pero no la única.