Final de partida…

Xavi y Óscar Hernández, en la banda de Vallecas

Xavi y Óscar Hernández, en la banda de Vallecas / Valentí Enrich

Juan Cruz

Juan Cruz

El Barça ha de resetearse, retirarse a los campos del invierno para preguntarse en qué jardín juega ahora, si sobre las huellas del pasado o sobre los adoquines de sus peores temporadas. No tiene el equipo razón de estar, y se va diluyendo casi desde que empiezan los partidos, como si naciera a la cancha en el mismo momento en que lo abandona el ánimo. 

Un suplente de lujo

Me fijé ayer en el lugar donde se ponen los sustitutos, el delegado de campo (mi admirado Carlos Naval), el entrenador, los sucesivos entrenadores, el médico, los masajistas… Vi a lo lejos, hablando con otros, con medio entusiasmo en el rostro, a un suplente de lujo, Araujo, vi los rostros de los sustituidos y de los que siguieron de suplentes, y debo decir que nunca vi a ninguno (excepto a Araújo) aplaudir por dentro jugada alguna. 

A veces vi aplaudir, al aire, a Xavi, como si se animara a sí mismo. Pero nunca vi entusiasmo seguido, es decir, consistente, sino desgana, o resignación, que son dos formas casi religiosas de decir adiós a la obligación de seguir o de entusiasmarse. 

¿Es un final de partida? ¿El Barça, como en otros periodos de su historia, desde la época de Helenio Herrera hasta los tiempos recientes de Satué o Koeman, habrá perdido ese enganche eléctrico que tuvo cuando, por ejemplo, su porvenir más brillante cayó en manos de Pep Guardiola? 

Este Barça es el nuestro, el nostre, nunca he querido a otro equipo, así que lo he querido también cuando ha jugado mal. Pero este que jugó en Vallecas es el peor de todos, o por lo menos el más ligero, el más virtual, el menos virtuoso. 

Quisiera, por eso, que este fuera el último partido del Barça; peor que este de Vallecas es imposible concebirlo de nuevo. Ojalá este equipo (sí sus jugadores, sí sus jugadores) no juegue más en el Barça; que se levante el otro (los otros) y se ponga a jugar. Como dios manda, al dios del fútbol me refiero.