Esperando el pelotazo Raphinha

Una semana más, sin novedad en el frente. No hay ventas. Y sin ventas no hay fichajes. Sí, vale, Oriol Romeu, pero Vitor Roque sigue sin poder cambiar el billete de avión y adelantar el viaje que tiene preparado para primeros de enero. Y Xavi quiere algún refuerzo más, básicamente un lateral derecho y un interior que redondee el centro del campo guapo que se le está quedando.

El Newcastle vuelve a la carga por Raphinha

Pero sin ventas no hay mucho más que rascar, por mucho que Laporta, Alemany y Deco se estrujen el cerebro buscando fórmulas imaginativas, que les aseguro que lo hacen, día y noche, y hasta puede que un día de estos nos sorprendan con una de gorda.

La verdad es que con pequeñas operaciones tipo Lenglet, Dest, Eric García... no bastará para sacar el estómago de penas, para traer algún crack de los que Xavi pide y no dejan de estar en el radar. Es necesario un pelotazo y el pelotazo más factible en estos momentos, tiene nombre y apellidos: Raphael Dias Belloli, Raphinha.

La esperanza

De todos los jugadores que tienen mercado, Raphinha sería el menos doloroso, tanto para el rendimiento del equipo como para el estado anímico de la afición. No sería lo mismo Ter Stegen o De Jong. ¡Y ya no les digo Pedri, Gavi o Araujo! Son los cinco futbolistas que de verdad tienen una cotización alta y despiertan interés en los clubs supermillonarios.

Dembéle, un escalón más abajo, tiene la confianza ciega de Xavi y por contrato no se pasaría de 25 millones de ingreso. Sólo queda Raphinha, que no es titular indiscutible y tiene cartel en Inglaterra y últimamente en Arabia. Se habla de 80 millones, lo que, teniendo en cuenta que quedan cuarenta por amortizar, dejaría otros tantos en caja.

Si la oferta fuese seria, habría que esperar a que el jugador diese su consentimiento, y aquí entraría en juego el factor Deco, que fue su representante y el que le trajo al Camp Nou. Algo de influencia tendrá sobre el jugador. Es la gran esperanza para traer ya a Vitor Roque y poder fichar algo con la calidad que pide Xavi.