El eslabón perdido del tridente

Dembélé e Iniesta durante un entrenamiento del FC Barcelona

Dembélé e Iniesta durante un entrenamiento del FC Barcelona / @andresiniesta8

Ernest Folch

Ernest Folch

La lesión de Dembélé iba para cuatro meses y al cabo de tres escasos el joven delantero blaugrana está ejercitándose con sus compañeros, por sorpresa del equipo médico. La recuperación está siendo tan supersónica que habrá que convencerle para que no juegue el clásico, y no ponga así en riesgo su participación en la fase decisiva de la temporada. Que ya se ejercite con normalidad a las órdenes de Valverde ha servido para recordarnos que el fichaje más importante de esta ventana de mercado de invierno puede ser justamente el del delantero francés: cuando entre en el equipo lo hará exactamente igual que si fuera un nuevo fichaje puesto que apenas tuvo tiempo de adaptarse al grupo y al sistema del nuevo entrenador. 

Curiosamente, el mismo día en el que Dembélé volvía a la normalidad, Deulofeu ahondaba en su gafe con una lesión, que puede apartarle 10 días en un momento decisivo en el que podía contar con minutos decisivos. La sensación es que Deulofeu ha ido cada vez más a menos, y que este contratiempo llega en el peor momento posible. 

Lo relevante de los dos casos, uno hacia arriba y otro hacia abajo, es que los dos jugadores estaban destinados a ocupar la plaza del tridente que dejó vacante Neymar en agosto pero que hoy ya no se sabe ni si existe. Porque lo cierto es que tras la marcha del brasileño Valverde reestructuró el sistema y lo ha ido evolucionando, según quien lo interpreta, en un 4-4-2, un 4-2-3-1 o incluso un 4-5-1. El Barça ha transitado por estos meses con un éxito indiscutible y una racha victoriosa pero lo ha hecho enterrando el viejo tridente. El dilema se vuelve a plantear ahora: con Dembélé recuperado, ¿se adaptará el delantero al nuevo esquema del Barça o Valverde volverá al clásico 4-3-3 para ubicar con más naturalidad al delantero francés? El eslabón perdido del tridente quizás resucita cuando ya lo dábamos por muerto.