Entre dimes y diretes

No hay nada como las comidas de empresa o de amigos en las que, con la excusa de las fiestas navideñas, nos permitimos bromear sobre cuestiones que en otros días y con otro espíritu seguramente evitaríamos. En ellas nos saltamos todas las alarmas y comemos hasta no más poder. Lo trae la Navidad; si no, no sería Navidad. En estas comilonas, y a pesar del día de hoy, se habla de todo incluso del procés, aunque más bien en tono jocoso, ya que estos días, y en pos del espíritu de la Navidad, se esquivan posibles hostilidades por diferencias de criterio político o futbolístico. Así da gusto. Y uno se lo pasa bien. Incluso alguien suelta un bulo tal como que Joan Gaspart, expresidente del FC Barcelona y hotelero de profesión, es hijo secreto de Manolete, un absurdo mil veces repetido que no tiene ningún fundamento, pero que entre copa y copa de una interminable sobremesa puede colar como chiste y poco más.

El que lo cuenta se jacta de saberlo de buena tinta; los demás nos limitamos a reír la gracia y a destacar el razonable parecido que guardan ambos personajes. Y es que los macutazos van que vuelan estos días, como por ejemplo los nombres que van de boca en boca para la posible incorporación en el mercado de invierno de un central para el Barça. Lo que ha generado por enésima vez el debate cantera versus fichajes de urgencias. ¡Vaya fiestas más tensas van a pasar los pobres centrales del Barça B pensando en si para los expertos del club ellos valen o no para el primer equipo! Si valen, ya son nuestros, y si no, hay que gastarse una pasta, lo que hace que la Masía no sea precisamente un gran negocio. 

La última noticia es la confirmación que el central del Valencia Jeison Murillo llega cedido al Barça con opción de compra. Anoche ya lo  teníamos en el club pasando la revisión médica. Ya saben que mañana se sortea la lotería de Navidad, pero en can Barça, en el sorteo centrales, ya no hay que esperar a ver cuál nos toca: el club apostó por Murillo.