El dolor de ya no ser

Mbappé anotó tres de los cuatro goles ante el Barça

Mbappé anotó tres de los cuatro goles ante el Barça / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

Había cien señales de que el Barça no podía y que con lo que había, no le alcanzaba, pero como el fútbol vive de la ilusión, el personal quiso soñar. Resultado: 4-0, 3-0, 3-0, 4-0, 2-8, 0-3 y 1-4. No son prefijos telefónicos al uso, sino las palizas planetarias que se repiten en el tiempo: PSG, Juventus, Roma, Liverpool, Bayern, otra vez Juventus y de nuevo PSG. La prueba del algodón no engaña: ante los equipos ‘grandes’ el Barça cada vez es más pequeño. Sin presidente, con una gestora incompetente al mando, una deuda monstruosa, un entrenador que brilla más en la sala de prensa que en la pizarra y un vestuario herido de muerte, el Barça dimitió como equipo de elite. Necesita una regeneración completa. En los despachos y en el verde. Los socios deben buscar un nuevo impulso y un nuevo proyecto. Basta de palabras huecas y de cambiar todo para que nada cambie. Es hora de tomar decisiones. Bartomeu y su junta planificaron un engendro, Koeman no es la solución y por tanto es parte del problema y los jugadores, aunque lo intentan casi todo, ven que no les sale casi nada. Hay que tomar decisiones y encontrar nuevo rumbo. Entre otras cosas, porque este Barça recuerda a la letra del tango: El orgullo de haber sido y el dolor de ya no ser.

SALVOCONDUCTO ‘RED’

Budapest, capital de la danza, fue el escenario de esta Champions con mascarilla para Leipzig y Liverpool. Traducido a futbolés: el pop de Nagelsmann contra el heavy-metal de Klopp. Resultado: Si regalas, pagas. Y el Leipzig tiene pie y medio fuera gracias a las concesiones inesperadas que aprovecharon Salah y Mané. A base de facilidades, el Leipzig se condenó a ser un equipo “aspirina” para un Liverpool que llegaba en crisis y salió de Hungría con un salvoconducto para estar en cuartos. El Liverpool, que sufre lo indecible en la Premier League, al menos respira en Europa. Si alguien estaba esperando el fusilamiento de Klopp al amanecer, tendrá que seguir esperando. Al menos, un tiempo.