Disfruten de Sepang, que Marc lo hará en Valencia

Marc Márquez, durante los entrenamientos

Marc Márquez, durante los entrenamientos

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

El mercado de motos de Malasia, con más de seis millones de unidades vendidas al año, es uno de los más importantes no solo del sudeste asiático sino del mundo/mundial. En este país se pirran por las motos, y desde que empezaron a acoger carreras del mundial a principios de los 90, los circuitos de Shah-Alam, Johor y Sepang han acogido los GP de este país.

Ganar en esta pista tiene mucha trascendencia comercial. La victoria de Alex Rins en Australia la semana pasada, la primera de Suzuki esta temporada, hace que todos los fabricantes presentes en la parrilla de MotoGP hayan ganado alguna prueba este año… excepto Honda. Lo nunca visto.

Difícilmente ésta puede llegar este fin de semana en una pista con unas interminables rectas que ayudan a florecer la estratosférica velocidad punta de las Ducati. Así las cosas, las motos rojas son las grandes favoritas para la victoria del domingo, máxime cuando su principal escudero Pecco Bagnaia llega como nuevo líder del mundial, y cuando ya sólo restará la cita de Valencia para la conclusión. Por añadidura, la mayoría de los pilotos que defienden los intereses de la marca de Borgo Panigale, desde su equipo oficial -por supuesto-, pero también desde las formaciones satélite han confirmado (con no poca polémica por medio) que van a ayudar al italiano en su propósito.

Así las cosas, a Honda -es decir: a Marc Márquez- sólo le quedaría la oportunidad de Cheste para no terminar el año sin ninguna victoria que llevarse a la boca. El de Cervera le ha dado a Honda dos (2014 y 2019) de las diez victorias que la marca del ala dorada ha conquistado en el Ricardo Tormo en veintitrés ediciones de la carrera en su categoría reina. Las otras fueron para Yamaha (8), Ducati (4) y Suzuki (1).

Que el piloto de Repsol está ya recuperado casi totalmente es una realidad. Y no lo digo por los resultados de sus últimas carreras, sino especialmente por las sensaciones que transmite cuando se le ve encima de la moto. Márquez vuelve a sonreír y, sobretodo, Marc vuelve a ser capaz de salvar lo que para otros serían caídas espeluznantes con una pericia sobrenatural. Ese es posiblemente el mejor indicativo de su recuperación.

Tanto él como su equipo están absolutamente volcados en el desarrollo de la moto del año que viene, pero cerrar el presente con una victoria no sólo sería llevar a la imprenta la mejor tarjeta de presentación para 2023, sino un mísil envenenado a la línea de flotación de la moral de la competencia. Algo crucial en un año donde las motos europeas se han llevado todo el protagonismo: 11 victorias para Ducati (con tres pilotos distintos), 2 para KTM (ambas para Oliveira) y 1 para Aprilia (Espargaró). Las otras 4 fueron para Yamaha (3 de Quartararo) y la de Suzuki con Rins, que fue el séptimo ganador distinto en lo que va de año. Ninguno con Honda… aún.

Durante el tiempo que Márquez se ha visto afectado por sus limitaciones físicas a partir de su lesión del 19 de julio de 2020, en sus intermitentes apariciones aún ha sido capaz de ganar tres carreras (Sachsenring, Austin y Misano, todas en 2021) a pesar de sus obligadas ausencias marcadas por la recuperación de cada una de las cuatro operaciones a que se ha sometido. Pues en ese mismo tiempo sólo cuatro pilotos (Bagnaia, Quartararo, Bastianini y Oliveira) han sido capaces de ganar más carreras que él.