Despertar fuera de tiempo
Estamos en una vorágine de partidos con fútbol cada tres días que genera muchas opiniones, a veces incluso contrapuestas. Lo que iba a ser una semana depresiva tras empatar contra el Atlético y el Madrid tomar una ventaja casi decisiva, acaba con la constatación de que el Barça puede jugar a un nivel muy alto, altísimo, y que puede plantar batalla en la Champions a quien sea. Eso ocurre si se da con la tecla necesaria, como ocurrió en Villarreal, y si el equipo es capaz de centrarse, de dedicarse a jugar, de aislarse del entorno. Si no es así, como ha ocurrido tantas veces esta temporada, cae en picado y deja escapar tantos puntos hasta poner en riesgo, o incluso dejar escapar, la Liga.
Las expectativas generadas en el partido del Villarreal son muy altas porque fue ante uno de los mejores equipos, si no el mejor, postconfinamiento. El Barça estuvo a un nivel muy alto, tuvo muchas ocasiones y se llevó una goleada imponente. Uno tiene la sensación de que ha dado con la tecla necesaria para sacar el mejor rendimiento a Griezmann, un jugador que por su calidad te da un plus. La otra cara de la moneda es que el equipo, y el francés en particular, ha necesitado mucho tiempo para encontrar un hábitat que le sea propicio.
El Barcelona puede ganar los cuatro partidos que le quedan y forzar al Madrid a ganarlo todo. El equipo de Setién está en la obligación de repetir sensaciones y de presionar al Madrid para que cometa un error. Y debe hacerlo para apurar opciones y para preparar bien la Champions. Al nivel de Villarreal, el Barça es capaz de dar un golpe encima de la mesa y ganar la competición europea que será solo de cuatro partidos.
La tecla para esta mejora fue pasar del 4-3-3 al 4-4-2 con Messi en la punta del rombo. De esta manera, había más espacios para Suárez, encargado de fijar a los centrales, y para Griezmann, con más libertad de movimientos para asociarse con Leo. Con el 4-3-3, el francés era un prisionero. Con el 4-4-2, Antoine es lo más parecido a la versión vista con Francia y Atlético. Victoria importante de un equipo en el que no estaba ni Riqui, que se lo merecía por su rendimiento contra el Atlético, ni Ansu, una demostración de que Quique Setién ha claudicado ante las vacas sagradas del vestuario. También es verdad que el Villarreal fue menos fiero de lo que parecía y que compitió muy mal.
Capítulo especial merecen las decisiones del VAR respecto al máximo rival. Sin que sirva de excusa, es cierto que todas las decisiones en las que ha intervenido el VAR han sido a favor del Madrid. Todas. Contra el Eibar, el primer gol de Kroos viene precedido de un fuera de juego, el gol de Valencia anulado, las tres jugadas de Donosti, Getafe hay dos (penalti a favor o penalti en contra), dos del Athletic (penalti señalado y el de Raul García). Todas han sido a favor del Madrid. Dicho esto, me parece desviar la atención recurrir al VAR para explicar tu situación en la Liga. El VAR ha influido de forma negativa en muchos partidos pero el Barça debe mirarse al espejo y no usarlo de excusa.
Además, me parecen fuera de tiempo, forzado y poco natural, las declaraciones de Bartomeu tras el partido. La intención es buena para no dejar solo a Piqué, pero deberían haber sido hace un mes, en Sevilla. Ahora ya es demasiado tarde porque no pueden provocar un cambio de dinámica pues ya casi no hay tiempo para nada. Deben hacerse en el momento que influyas. No a destiempo. Ahora suena más a una excusa de mal pagador.
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