Deportistas que han alzado la voz

El deporte debe ser una herramienta social para el cambio y cada vez más los profesionales lo entienden así. Si bien la discriminación por género o raza se va reduciendo este año se han producido incontables situaciones que verifican cuánto queda por resolver, en especial, en lo que afecta a las deportistas.

En abril vimos la reacción de twitter a la publicación de la portera del Real Madrid Misa Rodríguez en la que colgaba una foto suya junto a una de Marco Asensio con el texto “misma pasión” y que eliminó debido al acoso machista y misógino a que fue sometida. Quizás sirvió para que alguno tomara conciencia de lo que soportamos a diario muchas “Misas”.

De nuevo, han sido noticia destacadas deportistas ultrajadas por motivos distintos, imagínense las que no son conocidas. La escaladora Johanna Farber denunció la sexualización de su ejercicio durante el Mundial de Escalada. La realización televisiva se centró en mostrar planos de su culo y reclamó respeto.

La nadadora Ona Carbonell, por su parte, acudió a Tokio viéndose obligada a cortar la lactancia de su hijo y mostró su disconformidad con la normativa del COI. Ana Peleteiro celebrando el mayor éxito de su trayectoria, el bronce en triple salto en los JJOO, corrigió de la forma más simple y contundente a su compañero Ray Zapata: “somos negros, ¡qué de color!” después de que él afirmara “somos de color pero representamos a España…”.

Desde estas líneas mi agradecimiento a todas las que entienden y utilizan la influencia que poseen para acabar con las desigualdades en el terreno deportivo y que se arriesgan para avanzar. Misa osó igualar su sentimiento al de un futbolista, Farber dijo basta a utilizar su cuerpo como reclamo, Carbonell evidenció las trabas para conciliar familia y deporte de élite y Peleteiro normalizó la diferencia, ser negra entre personas blancas en su caso.

Todas ellas, también la tenista Paula Badosa hablando de salud mental o la futbolista Alexia Putellas de igualdad se presentan como mujeres empoderadas, referentes en su ámbito y con capacidad para trascender al contexto social, en ningún caso como víctimas, aunque en algunos casos lo hayan sido.

Este 2021 una transexual, Laurel Hubbard, compitió por primera vez en unas Olimpiadas y un futbolista en activo, Josh Cavallo, dió a conocer su homosexualidad dando ambos un paso al frente para contribuir a que el deporte sea un espacio inclusivo y accesible para todas y todos. Mi reconocimiento por su compromiso y valor.