Depende de Dembélé que no haya 'caso Dembélé'

Dembélé ofreció destellos interesantes al final de la temporada

Dembélé ofreció destellos interesantes al final de la temporada / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Ha bastado que el Barça hiciera público el fichaje de Malcom para que se abriera el debate en torno al futuro de Dembélé. Vale la pena resumir los precedentes: el club blaugrana seguía muy de cerca al futbolista francés y pudo ficharle por menos de 20 millones hace dos temporadas, pero la repentina fuga de Neymar obligaron al club a mover ficha y tuvo que sobrepagar la operación muy por encima de su precio de mercado en una operación que, entre fijos y variables, acabó por encima de los 130 millones de euros.

Sin duda, esto influyó en el jugador, que aterrizó en el Barça visiblemente superado por la presión. Además tuvo muy mala suerte y se lesionó al principio de temporada, algo que condicionó su evolución. Al final del curso, ofreció destellos interesantes y una velocidad punta asombrosa. Y en el Mundial, aunque empezó de titular, fue arrasado por el ciclón Mbappé y su presencia terminó siendo residual. Sin duda, Dembélé no ha dicho su última palabra en el Barça, un club en el que la primera temporada muy frecuentemente es de simple adaptación. Pero la sorprendente incorporación de Malcom, que juega de extremo por la derecha como el francés, en el mejor de los casos, lo presiona y aumenta la competencia.

En el peor de los casos, lo señala y le abre las puertas del club. Lo que está claro es que Dembélé no goza hoy de la misma confianza que Valverde sí muestra a otros jugadores de la plantilla quizás porque el entrenador piensa, con razón, que todavía tiene que ganársela. Pero en el fondo, es el jugador y solo él el que controla su propio destino: si quiere marcharse, deberá decirlo y venir con una oferta que permita recuperar la tremenda inversión del pasado verano. Pero si quiere quedarse, deberá enviar ya mensajes positivos, mostrar que quiere luchar por ganarse un puesto, integrarse más en el grupo y si es necesario volver antes de vacaciones. Depende de Dembélé que no haya ‘caso Dembélé’.