Dembélé, sinónimo de desagradecido

Ousmane Dembélé, cada vez más lejos de continuar como azulgrana

Ousmane Dembélé, cada vez más lejos de continuar como azulgrana / Javi Ferrándiz

Ferran Correas

Ferran Correas

Por mucho que su entrenador le haya dicho que podía llegar a ser el mejor del mundo en su posición, por mucho que su presidente haya declarado públicamente que era mejor que Mbappé, Ousmane Dembélé ha decidido dejar el Barça. Y lo hará de malas maneras.

Aunque el club le ha pagado todo su desorbitado salario durante cuatro temporadas y media sin echarle en cara su poca implicación, sus malos hábitos y sus continuas lesiones que le han hecho perderse más de cien partidos, el francés y su representante han decidido jugar con el Barça hasta el último día, haciendo creer al club que llegaría la esperada renovación que de paso permitiría inscribir a Ferran Torres, pero descolgándose a última hora con unas peticiones imposibles y jugando con otras ofertas que permitirán a ambos ser todavía más millonarios.

El desenlace no es extraño si miramos hacia atrás y recordamos la manera en la que Dembélé abandonó primero el Rennes y después el Borussia Dortmund. Para cambiar Francia por Alemania, envió una foto con una tarjeta de embarque avisando de que se iba a Senegal porque estaba cansado del fútbol. Para cambiar la Bundesliga por el Barça, no se presentó a entrenar con el Borussia Dortmund y fue sancionado por el equipo alemán. Así que, quizá, el problema ya fue fichar al francés sabiendo como era.

Quizá haya un intento a la desesperada, pero conociendo al personaje y a su representante, mejor que se dé por perdido al francés y se adopte una estrategia para intentar que el daño para el club sea el menor posible. De hecho, desde la dirección deportiva tienen claros los pasos que se deberían seguir. Lo mejor, forzar una salida en forma de traspaso en este mercado de invierno que permita al Barça ingresar un dinero, por mínimo que sea, y liberar una de las fichas más altas de la plantilla.

Permitiría crear ‘fair play financiero’ para inscribir a nuevos refuerzos. Saben que no será fácil que el francés acepte esta opción porque representaría que él y su representante perderían buena parte de la suculenta prima de fichaje que pretenden ingresar, pero no descartan llegar a una situación límite y enviar a Dembélé unos meses a la grada, como ya se hizo con Ilaix Moriba.

Otra opción sería darle la carta de libertad este invierno. Difícil porque supondría un problema presupuestario, pero crearía algo de ‘Fair Play’, la gran preocupación ahora del club. Se desprendería el Barça de un futbolista necesario por la falta de efectivos, pero cuyo lugar en la plantilla podría ocupar un Abde que, renunciando a la Copa de África, ha demostrado el compromiso que no tiene el francés. Y es que si en el diccionario buscas la palabra desagradecido, pone Dembélé.