Dembélé y Lewy destrozan al Sevilla

Dembélé, Lewandowski y Gavi, celebrando un gol ante el Sevilla

Dembélé, Lewandowski y Gavi, celebrando un gol ante el Sevilla / David Ramírez

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Dos Barças muy distintos en un primer tiempo marcado por el gol de Raphinha en el minuto 20. Hasta ese preciso momento, pérdidas de balón, presión asfixiante del Sevilla y reiteradas ocasiones de gol local solo penalizadas por los fuera de juego y dos manos providenciales de Ter Stegen. Y es que el Barça no salió bien al partido. Con errores en las marcas y descoordinación en el centro del campo. El meta alemán evidenció atravesar su mejor versión desde hace meses.

Pero el gol de Raphinha obró el milagro. Dembélé castigó una y otra vez por banda y Lewandowski demostró ser letal cada vez que entró en contacto con el balón. Lo del polaco es brutal, con o sin balón en los pies. Sus movimientos son maravilla y marca diferencias. El resultado fue un 0-2 al descanso que dejó bien patente la pegada de unos y otros.

Bloque sólido

El buen juego del equipo tuvo continuidad en el segundo tiempo. Y en buena medida fue gracias a la intensidad aportada por Gavi durante los 90 minutos. Bajo mi perspectiva, ayer desplegó su partido más completo desde que viste la camiseta del primer equipo.

Otro futbolista que ha dado un paso al frente es, sin lugar a dudas, Koundé. Evidenció una enorme polivalencia arrancando como lateral y finalizando como central zurdo. Fuerza, rapidez y dos asistencias de lujo claves en el marcador.

Partido para extraer conclusiones importantes y enviar un mensaje al resto: este Barça sí está en condiciones de pelear por el título de Liga. En estos momentos de euforia contenida, también es bueno reseñar esos pequeños defectos detectados: el equipo no puede saltar al campo tan frío, desconectado. Y no es la primera vez.