Del trono de Diego al reinado de Messi

Maradona cumplió ayer 59 años. Y aunque parezca que tenga casi 80, no hay que olvidar que un día, no muy lejano, fue el mejor futbolista del mundo. En el Barça lo disfrutamos poco, muy poco, por culpa de las lesiones, las enfermedades y su adicción a las drogas. Pero en Argentina sigue siendo un ídolo. Lo veneran como a un Dios en todos y cada uno de los campos que ahora visita como entrenador del Gimnasia y Esgrima. En Rosario, en el estadio del Newell’s, le pusieron el martes un trono para que pudiera seguir cómodamente el partido desde el césped. La imagen, sin duda, resultaba surrealista, pero refleja a la perfección lo que es hoy Maradona; una caricatura de sí mismo que continua siendo adorado por todos los argentinos, sin distinción alguna. Es su héroe nacional. El futbolista que les ganó un Mundial y que les devolvió la autoestima como país. 

Y mientras Maradona estaba sentado en su trono, Messi seguía reinando en el fútbol actual. La exhibición de Leo ante el Valladolid (una más) volvió a encender un viejo debate que, para mí, no tiene sentido. ¿Quién es mejor, Maradona o Messi? Salvando las distancias generacionales y superando los contextos históricos, yo estoy convencido de que Messi es el mejor futbolista de la historia. Y está, por lo tanto, por encima de Maradona. No ha ganado un Mundial, es verdad. Pero lo que lleva haciendo desde hace más de trece años en el Barça no lo ha hecho nadie jamás. Ni lo hará nadie en el futuro. Messi es único e irrepetible. Puede que para los argentinos Maradona todavía sea una leyenda, pero Messi es mucho más que eso para el fútbol universal.