¡Cuánto echamos de menos un rondo!

Los jugadores del FC Barcelona, así como todos los de LaLiga, tienen ahora el reto de volver a ser capaces de jugar a fútbol

Varios jugadores del Barça en un rondo este curso

Varios jugadores del Barça en un rondo este curso / FCB

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Los jugadores del FC Barcelona, así como todos los de LaLiga tienen ahora el reto de volver a ser capaces de jugar a fútbol, un juego colectivo, pero solamente entrenando de manera individual. Las imágenes que vemos de los jugadores implican unos palos, unos conos o como mucho un muro de plástico contra el que tocar. 

Parece que hayamos regresado cincuenta años atrás cuando entrenar a fútbol era correr y dar vueltas por el campo en carrera continua cuando después en los terrenos de juegos se realizaban más ‘sprints’ que otra cosa. Se les hace raro a ellos y también a nosotros verles tan separados en el campo, corriendo solos con un balón. Como mínimo cuando vemos las imágenes de los jugadores recuperándose de una lesión llevan un fisioterapeuta al lado.  Los jugadores tendrán que aguantar en esta situación hasta que puedan empezar a entrenar en pequeños grupos y poder ver eso que tanto nos gusta, el fútbol asociativo que hace que el juego del Barça sea un sello.

La pandemia que vivimos actualmente hará que cambien muchas cosas pero habría que intentar que por mucho que los jugadores tengan el contacto físico mermado (en la Bundesliga ya les han dicho que no podrán celebrar los goles) sigan pensando en tocar el balón como antaño. Ojalá se vaya avanzando en las etapas de un desconfinamiento que puede hacer que pronto podamos reunirnos con los nuestros y los jugadores también se puedan reunir en el campo para practicar el fútbol. Estamos lejos de volverles a ver darse collejas en un entrenamiento para el cumpleaños de un futbolista, pero respetando siempre todas las medidas sanitarias... ¡Cuánto echamos de menos un rondo!

Ese ejercicio de entrenamiento tiene la capacidad de crear una tensión de lo más parecida a un encuentro y cuando los jugadores del Barça que lo han mamado desde la cuna se proponen hacerlo al máximo nivel, verlo es casi tan emocionante como un encuentro. Pero no nos precipitemos, primero un rondo y cuando se pueda, un partido.