Cuando está Messi y cuando no está

Leo Messi va a por la victoria 328 en Liga. Si la consigue en Girona quedará a 5 de Zubizarreta y a 6 de Casillas

Leo Messi va a por la victoria 328 en Liga. Si la consigue en Girona quedará a 5 de Zubizarreta y a 6 de Casillas / DAVID RAMÍREZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Vuelve Messi, buena noticia. Y mejor que será si esta tarde juega desde el minuto uno. Por otra parte, admite Valverde, y sin tapujos, que la Liga es una prioridad. También es buena noticia, aunque sea obvio y lo contrario fuera inadmisible, pero, bueno, por lo menos sirve para que nos quede claro que no hará demasiados inventos con Messi en la competición liguera. Empezando por hoy, pues no hay que olvidar que el Atlético no cede y que el derbi contra el Girona empezará con los de Simeone a dos puntos. No es bueno que sigamos jugando con fuego con eso de las rotaciones indiscriminadas.

Y dentro de las rotaciones, Messi. No hay más que ver lo que pasa cuando está Messi y cuando no está. Cuando Messi juega, el equipo es mejor porque Leo hace mejores a todos sus compañeros, que actúan con confianza y arriesgan más porque saben que Messi solucionará cualquier problema que pueda surgir. Con Messi en el campo, en cualquier momento puede saltar la chispa que encienda el espectáculo y dé la victoria. Si está Messi, lleva el control del partido, hay cambios de juego de cuarenta metros, él empieza y acaba la mayoría de jugadas de gol, hay más faltas cerca del área y cada una es medio gol lanzándola él. Con Messi, Suárez juega más libre porque los defensas están pendientes de Leo. Por contra, si no está Messi, el equipo juega bloqueado y el rival se crece, factores psicológicos, ambos, que tienen gran trascendencia en el desarrollo de los partidos. Sin Messi, Alba no tiene la misma calidad de balones para centrar ni a su mejor socio para rematar sus pases. Si Messi no juega, no hay ocasiones a balón parado, Suárez está muy marcado y el Barça pierde el cincuenta por ciento de su capacidad de crear y marcar goles. Y por último, cuando Messi no juega, las entradas deberían costar la mitad porque hay menos fútbol y poco espectáculo. Está claro, si se rota a Messi ha de ser con una precisión quirúrgica.