Cristiano Ronaldo se sale con la suya... de momento

Cristiano Ronaldo, en conferencia de prensa en el Mundial de Qatar

Cristiano Ronaldo, en conferencia de prensa en el Mundial de Qatar / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hacía meses que Cristiano estaba instalado en la frustración. Primero, en una fase de negación, y últimamente, de ira. Quedó claro en su famosa entrevista con Piers Morgan: no está dispuesto a dejar de ser protagonista. Sus palabras fueron un pulso tan obvio al United que pareció más un plan premeditado que un arrebato. Cristiano escogió a un periodista amigo y unas fechas muy concretas para tensar la cuerda. Lo hizo a pocos días de empezar el Mundial, alejado del día a día en el United, y con un objetivo claro: tomar la iniciativa sobre su futuro. Sus palabras -apuntando al entrenador, a los dirigentes e incluso a compañeros- solo dejaban una salida al club inglés: rescindir su contrato. La decisión, la única posible tras lo ocurrido, permite a Cristiano decidir qué hacer a partir de ahora.

Sin embargo, su última etapa en el United deja muchas dudas sobre su vigencia y, sobre todo, sobre su encaje en algún club. ¿Es sostenible un Ronaldo con 37 años que quiere el mismo trato que en su mejor momento? ¿Habrá algún equipo grande dispuesto a asumir su ficha? Nunca antes ha habido tanta distancia entre cómo se ve Cristiano y cómo lo percibe el mundo. La situación solo parece susceptible de empeorar porque no hay otro jugador menos preparado para colgar las botas. El motor de su carrera sigue siendo sentirse venerado, incluso ahora que los años aprietan. Esa ha sido también una de sus grandes batallas: la lucha contra el paso del tiempo. Una batalla perdida de antemano: el tiempo, siempre tan cruel, acostumbra a ser implacable con la vanidad.