Crisis a balón parado

El Barça está volviendo a demostrar que es tan autodestructivo que incluso sin competir se mete en un lío

Bartomeu, bajo presión

Bartomeu, bajo presión / VALENTÍ ENRICH

Gerard López

Gerard López

Llevamos ya un mes de confinamiento y el club que ha dado más noticias, y del que más se está hablando, es el Barça. Y todo esto en una época en la que la mayoría de clubes están pasando desapercibidos.

No es el caso de una entidad especial, muy dada a la autodestrucción, que estos días está desmintiendo el tópico de que “mientras la pelotita entre todo irá bien”. 

El Barça es muy capaz de vivir una crisis incluso cuando no rueda la pelota como estos días en los que el deporte ha pasado a un segundo plano por culpa de la pandemia del coronavirus.  

La mecha ya se encendió con las negociaciones para las rebajas de los sueldos y la implantación de un ERTE. Aquello no fue precisamente un acuerdo suave. Con comunicados de algunos jugadores como Messi en su cuenta de instagram dando un toque a la directiva. Y cuando pensábamos que volvíamos a la normalidad. Cuando los titulares se los llevaban los calendarios, la preparación física o futuros fichajes, aparece otro incendio

Sin noticias del madrid

Esta vez con un nuevo capítulo autodestructivo, de puertas adentro. La  cadena de dimisiones no viene de ningún mal resultado o de si la pelota no entra. ¡Es que no hay pelota! El problema se lo ha creado la misma directiva a ella misma.

Ni el Madrid está ganando títulos ni el Barça está perdiendo partidos. Pero lo que más me preocupa es el futuro a corto plazo viendo como están las tres grandes ramas del club: la económica, la deportiva y la social. ¿Cómo afrontas los retos de la realidad que se viene cuando termine el confinamiento en estas condiciones?

Tienes al club pendiente de una auditoría, un jugador, Neymar, que quieres fichar y te ha denunciado, y unos jugadores que te están esperando. 

La parte más preocupante es la económica. A la crisis global que se viene, hay que añadir la gestión de la masa salarial del primer equipo o la imposibilidad de abarcar fichajes millonarios.   

Y tienes también el lío del Espai Barça, que está disparado el presupuesto como dijo Víctor Font en una carta a los socios que vale la pena leer.

Creo que ha llegado el momento de que haya trasparencia para los socios.  Ya no es suficiente con especulaciones y patadón y a seguir como se ha estado haciendo hasta ahora. Esto ha terminado con la dimisión de seis directivos. Y estamos hablando de dimisiones importantes.

A nivel deportivo, la parte positiva es que para este final de temporada habrás recuperado a jugadores importantes, eres líder en LaLiga y conseguiste un buen resultado en Nápoles.

Más complicado lo tienes a medio plazo cuando quieras reforzar la plantilla. El Barça no parece tener una posición fuerte para poder traer a jugadores como Lautaro o Neymar. Son precios prohibitivos y otros clubes como el PSG o el City cuentan con más recurso para competir en el mercado de este verano. 

Y, finalmente, la tercera rama del árbol, la social, el club tiene muchos frentes abiertos e interrogantes por resolver.  Se ha llegado a una situación en la que al socio no se le puede engañar más. Y, si han habido irregularidades, hay que explicarlas. 

Con todo, Bartomeu tiene a favor un contexto de coronavirus que impide que se puedan adelantar las elecciones a este verano. No parece que haya tiempo material para toda la logística que implican unos comicios en el Barcelona y el presidente gana tiempo para poder sobrevivir.

Nada nuevo porque Bartomeu ha demostrado durante todo su mandato ser todo un superviviente, a pesar de las diferentes tensiones de los últimos tiempos.