Un clásico que vale más que tres puntos

Todos los clásicos son mucho más que un partido de fútbol. Porque en los Barça-Madrid no solo hay tres puntos en juego. Estos encuentros desatan las más ancestrales rivalidades. Deportivas y no deportivas. Y generan una expectación que supera, ampliamente, las fronteras de la Liga. De hecho, no hay un partido que provoque tanta atención en el mundo: más de 800 millones de personas seguirán el duelo del Camp Nou a través de la televisión. Insuperable. En un Barça-Madrid se disparan tantas emociones, tantos sentimientos, que estos partidos difícilmente pueden explicarse desde una racionalidad futbolística. Si es que el fútbol tiene algo de racional. Y menos aún desde que Messi es el actor principal de estos duelos. El crack argentino ha dinamitado la historia de los clásicos. Sus actuaciones magistrales y sus 26 goles le han convertido en la bestia negra del equipo blanco. Y esta noche, los culés esperan que el mejor jugador del mundo y de la historia vuelva a ser el gran protagonista del enfrentamiento.

De hecho, Messi le tiene ganas a este clásico. Desde hace semanas. Incluso meses. Porque el capitán blaugrana sabe que ganar al Madrid es el primer paso para hacer una buena temporada. Ganar al Madrid, más allá de tres puntos, aporta al Barça una sobredosis de moral que le debe permitir acabar de encajar las piezas que todavía están desengrasadas. No se trata solo de mantener el liderato y aumentar la ventaja al frente de la clasificación. Se trata de demostrar que el Barça es mejor que el Madrid y que el dominio barcelonista va a seguir en España com ambición de reinstalarse en Europa. Todo eso se juega en el clásico. Que no es poco. Es muchísimo...