Carta abierta a Luis Enrique

QUERIDO LUIS, te escribo este artículo sabiendo que nunca lo leerás. Sin embargo, confío, llámenme ingenuo, que algún amigo o colega te lo explicará. Mira Luis, llevo informando y siguiendo profesionalmente al Barça desde el año 1991. Entonces, en Antena 3 TV, no me perdía ni un entrenamiento. Años más tarde, cuando coincidimos, creo que alcanzamos una buena relación profesional y personal. Por mi parte, te tengo aprecio, valoro tu trabajo, me gusta tu manera de ser y me consta que nadie te ha regalado nada para llegar a ser uno de los mejores futbolistas de Europa y ahora, entrenador del Barça.

Además, que yo conozca, has sido el técnico que mayor unanimidad ha tenido el día que supimos que eras el elegido. Aficionados, socios, periodistas, oposición, entorno, presidentes, directivos y futbolistas en general estuvieron encantados cuando Bartomeu anunció que ocuparías el puesto de Martino. Solo Vilanova fue recibido de una manera tan entusiasta cuando sucedió a Guardiola. Y te digo eso porque me preocupa escuchar, ver y observar que muchos de esos que te aclamaban ya han perdido la fe en ti. Y, ¿sabes qué pienso? Pues creo que te has equivocado en la forma de explicarnos lo que haces.

Ayer, escuché íntegra tu rueda de prensa y el odio que transmitías hacia los periodistas no es justo. La mayoría de las veces, lo que hacemos los periodistas es transmitir las inquietudes del socio y, claro, al socio hay que tratarlo con respeto. Al fin y al cabo, vosotros, los profesionales, estáis donde estáis gracias al socio. Y al socio, que lo sepas, también le gusta que su entrenador sea un tipo educado y que transmita una buena imagen. Si admites un consejo, y si te lo transmiten, claro, pienso que deberías aprender a morderte la lengua. A Pep tampoco le gustaban las ruedas de prensa, ni a Tito y menos al Tata pero todos ellos se mordieron la lengua por el bien del Barça. Respecto al juego del equipo, estoy seguro que te saldrás con la tuya y que acabaréis ganando títulos. Un abrazo, Luis.

PD: Comparto contigo que a los periodistas nos va la fiesta. Si por fiesta entiendes ganar, golear o practicar un buen fútbol.