El carácter de la Penya fuerza el desempate

Ferran Bassas fue el mejor jugador del partido

Ferran Bassas fue el mejor jugador del partido / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

CUESTIÓN DE AMBICIÓN

La Penya aprendió la lección. Salió trasquilada del Palau por no afrontar el partido con la agresividad necesaria para plantear problemas a los blaugranas. En Badalona su mentalidad se transformó. Desde el primer minuto planteó una defensa al límite, sin importar el número de faltas, que maniató todos los intentos de los de Saras para conseguir un ataque fluido. El marcador final lo explica todo. Si el Barça tan sólo suma 63 es imposible que gane el partido. El mérito del Joventut fue enorme. Llevó siempre el peso y la iniciativa del duelo y, pese a que en contadas ocasiones el Barça se le acercó, siempre hubo una reacción postrera que devolvía el mando a los verdinegros.

No puede, no debe, un equipo como el blaugrana dar una imagen tan pobre. Sus estadísticas de tiro fueron horribles. En buena parte fruto de la correosa defensa, a veces zonal o mixta, de la Penya, pero también por la inexplicable actitud con la que el Barça afrontó el duelo. El ejemplo más claro de la falta de concentración se reflejó en el 12 de 23 en tiros libres que acumularon los de Jasikevicius. La Penya fue mucho mejor y, ante todo, tuvo más deseo de ganar. Lo reflejaban sus caras.

UN BARÇA SIN RESPUESTAS

Sin duda fue Bolmaro el jugador más destacado del Barça. Crece a medida que va sumando minutos. Pero no podemos obviar que delante tuvo a la pareja Bassas- Dimitrijevic que fue capaz de anotar 30 puntos. Con una mención especial para Bassas y sus 5 de 9 en triples. El compañero de de Bolmaro en la posición de base fue un Hanga que tan sólo metió un tiro libre. Se hecha en falta, y mucho, a Calathes. Pero este desequilibrio anotador en la posición de base no tuvo respuesta por ningún jugador blaugrana. Es verdad que Davies o Higgins hicieron su trabajo, pero lo mismo podemos decir de Tomic, Ribas o Brodziansky.

En el cómputo general del partido, los jugadores de la Penya estuvieron más cerca de sus máximos que no los blaugranas. No me he olvidado de Mirotic. Sus 11 puntos y 7 rebotes son meritorios, pero no logró de nuevo ser el líder del equipo. Por contra, el Joventut practicó un básquet más sólido, más conjuntado, y tuvo muchas más respuestas a las dificultades que surgieron en el encuentro. La Penya fuerza el decisivo encuentro y sabe cuál es la clave para la victoria. También el Barça es consciente de sus fuerzas. Falta ver quién de los dos será capaz de manejar mejor el partido.