La calma después de la euforia

Ronald Koeman tiene motivos para pensar en grande

Ronald Koeman tiene motivos para pensar en grande / AGENCIAS

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Al Barça le hacía falta un partido como el del Sevilla tanto para motivar a los jugadores como para hacer soñar un poco a la afición.

Porque si alguien se preguntaba dónde estaba el equipo que tenía que mezclar veteranía y juventud, ese grupo que se intuía que podía llegar a formar Koeman a su alrededor, por fin apareció.

En el mundo del fútbol lo que te funciona un día puede no servirte al siguiente pero el Barça demostró que tiene ganas, que cree en su capacidad de sobreponerse a los problemas y que el entrenador ha sido capaz de crear un equipo.

Ver como un equipo puede reponerse de la derrota en la Supercopa y que luego en otra prórroga decisiva no le pueda el resultado anterior y que, aún estando en la mitad de una revolución, es capaz de sacar fuerzas de donde no las hay en una prórroga para apretar el acelerador y no perder ni la cara al encuentro ni bajar el nivel del fútbol que hace.

No hay que engañarse, no nos aprenderemos una alineación del Barça que incluya Braithwaite, Trincao o Griezmann pero quizás podamos recordar el espíritu de este equipo que una vez hecha la gesta le toca analizar cómo está la temporada.

LaLiga se ve distinta tras la remontada copera e incluso, no voy a decir que apetezca jugar contra el PSG para la vuelta de la Champions, pero como mínimo podemos ir con un poco más de ilusión.

Así que ahora toca sacar las cosas buenas de la remontada y ojalá recargue las pilas y las baterías de todos los jugadores para que el final de la temporada no sea cuesta abajo.

Además, este fin de semana los jugadores tendrán un presidente nuevo y seguro que lo agradecerán. Que aunque no juegue en el terreno de juego tiene mucho que hacer en los despachos y eso, para bien y para mal, también cuenta.