En un callejón sin salida

De Jong fue uno de los señalados del partido en Mestalla

De Jong fue uno de los señalados del partido en Mestalla / Javi Ferrandiz

Gerard López

Gerard López

El Barça creó un grave problema donde no lo había. La figura de Ernesto Valverde no era discutida ni por el entorno ni por los jugadores con lo que tenía crédito para acabar la temporada. El equipo daba signos de decadencia y el técnico venía tocado por lo que pasó en Roma, Liverpool o la Supercopa, pero tus rivales directos también sufrían. Estabas empatado con el Madrid y con cierta distancia con el Atlético. Ningún grande va sobrado, en parte porque los otros clubs se habían reforzado bien y habían mejorado. En definitiva, habían crecido y se habían acercado a los grandes. Consecuencia: La Liga era  igualada. 

Valverde  estaba con fuerzas y los jugadores estaban de su parte, de ahí las muestras de cariño recibidas al ser cesado. ¿Quién decide todo este cambio? Ante la falta de un vicepresidente deportivo y de una director deportivo (porque Abidal no ha cogido el mismo rol que tenía Pep Segura), solo queda mirar a la figura de Josep Maria Bartomeu, quien asume el control de las decisiones deportivas. El resultado, de momento, no es satisfactorio y Bartomeu se ha quedado sin paraguas con lo que pueden llegar a pasar muchas cosas de aquí a final de temporada. Otro resultado como el de Valencia y el Camp Nou puede empezar a pronunciarse. La afición tendrá la palabra.

El fichaje de Quique Setién no era una decisión simple para el equipo que asumir una nueva manera de funcionar en plena temporada, sin margen de error, sin apenas posibilidad de poner en práctica tantos cambios en el entrenamiento. Es un triple salto mortal sin red porque cuando fichas a Quique Setién ya sabes que jugaba con tres defensas y no cambia el guión aunque el Benito Villamarín le esté pitando o pidiendo su marcha. Ahora intenta aplicar su librillo en el Camp Nou sin darse cuenta de que la plantilla no está preparada para jugar con una línea de tres. Por la izquierda está  Alba de carrilero, pero por la derecha no hay nadie. En el fútbol base, Fati era un 11 o un 9 pero nunca jugó por la derecha. Además, sabes que Setién juega con tres defensas y cedes a Todibo.

En el centro del campo, Busquets se mantiene en el centro del campo y esto es bueno porque tienes superioridad pero las dos figuras que le custodian quedan muy diluidas. Arthur y De Jong se unen en el centro con Messi y Griezmann formando una zona de cinco jugadores. Sin embargo, cuando te encuentras a un equipo cerrado no hay espacios por el centro, nadie crea espacios con una pared y solo Alba y Ansu no la piden al pie. Hay una mala disposición de los jugadores que provoca un montón de pases sin generar ocasiones. Y está el caso de De Jong, a quien ahora tienes metido en una jaula. Le limitas mucho con este sistema porque él es un box to box. Por eso no brilla. Es el más perjudicado de este cambio porque necesita sentirse libre y está frenado al verse obligado a guardar la posición.

Y estoy seguro que ahora los técnicos esperan el regreso de Dembélé por ser  capaz de generar espacios y afrontar un uno contra uno. El equipo sufre de falta de gol y la solución es sacarse de encima a Carles Pérez, a quien aprecio. Hay muchas decisiones que cuestan de entender. Como que ahora el objetivo sea Rodrigo, muy bueno pero que no es un 9 sino que se mueve entre líneas, por un espacio similar al de Messi o Griezmann. No es un Luis Suárez. Son muchas dudas que nadie contesta desde dentro del club. Solo aparecen los hechos que, partido tras partido, acentúan la delicada situación que vive el equipo. Has perdido el liderato y llega lo importante de la temporada, la Champions, sin mucho tiempo para ordenar al equipo y convencer a los jugadores de que este es el camino adecuado.