Busquets, el mejor "fichaje" de Koeman

Busquets, optimista ante el reto de la Supercopa

Busquets, optimista ante el reto de la Supercopa / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Pues no, no estaba acabado. La pasada temporada, Busquets fue uno de los jugadores más castigados por la opinión pública y no tan pública, a la de las redes sociales me refiero. Ahí donde el anonimato envalentona a los que no dan la cara, las críticas llegaron a ser sangrientas y multitudinarias. Hubo unas semanas en que pedir la jubilación de Busi fue algo así como la distracción del momento. Seguramente no todos eran barcelonistas, pues detrás del ordenador es fácil que se escondan aficionados de otras tribus con ganas de hacer sangre y desestabilizar al rival. En cualquier caso, el acoso y derribo llegó a cuajar y se extendió como la pólvora la creencia de que estábamos ante un futbolista acabado. También los analistas profesionales, no quisiera yo que esto pareciera que solo fue cosa de radicales y apasionados de las redes y nosotros escapáramos de nuestra responsabilidad, dudamos. Estábamos equivocados. Y me alegro. 

SOLO FÚTBOL

Me alegro porque Busquets lleva siendo durante trece temporadas el mejor mediocentro del mundo pero es el peor considerado a nivel de reconocimiento mediático y global. Busi solo se ha dedicado a jugar al fútbol y ha tenido muy poco interés en contar su vida y agarrarse a las técnicas del marketing para vender imagen. Eso ya dice mucho de un profesional. Todo es más natural, más auténtico. Volviendo al terreno de juego, es evidente que hacerle el gran culpable del fracaso de la temporada anterior era injusto. A Busi no se le olvidó jugar al fútbol de un día para otro. ¿Qué estuvo peor que otras temporadas? De acuerdo, pero como todos, ¡eh! Así que ha llegado Koeman y lo ha recuperado. Recuperarle ha sido su mejor fichaje. El doble pivote con De Jong no acabó de cuajar; no por ser dos compensaban la inferioridad en el centro del campo ante el rival. Pero con el 3-5-2 se ha salido. Él y De Jong, que puede mirar al frente sabiendo que detrás está el mejor mediocentro del mundo. Con 32 años sí, pero con el talento intacto y una inteligencia táctica superlativa que mitiga cualquier bajón físico. Busquets no estaba acabado, no. Al contrario, gran parte del mérito de este Barça que hoy puede ser líder es suyo. 

La clave: con el reajuste táctico, Busi vuelve a ser pieza clave como en los buenos tiempos.