Brillante Barça y emocionante Messi

La celebración de Antoine Griezmann fue una petición de su hija Mia

La celebración de Antoine Griezmann fue una petición de su hija Mia / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Ayer se cumplieron 10 años de la ‘manita’ que el Barça de Guardiola le endosó al Madrid de Mourinho. Aquel partido en el Camp Nou fue mucho más que una goleada histórica. Fue la sublimación del estilo. Una exhibición futbolística sin precedentes. El equipo de Pep marcó cinco tantos, pero pudo marcar diez. Porque la superioridad fue absoluta. Y la humillación, épica. Aquel Barça perfecto, que funcionaba con la precisión de un reloj suizo de altísima gama, ya no existe. Desgraciadamente. El nuevo Barça que está construyendo Koeman (con tres supervivientes del 2010: Piqué, ahora lesionado, Busquets y Messi) está muy lejos de aquella excelencia. Y difícilmente alcanzará ese rendimiento maravilloso. Pero hay que darle tiempo para que vaya creciendo y ver hasta dónde puede llegar. Ayer, por ejemplo, mostró destellos de brillantez ante Osasuna. Con una gran noticia: Griezmann existe. El francés, más allá de su sensacional gol, cuajó una completa actuación. Tal vez de las más completas desde que está en el Barça. Griezmann fue decisivo para que el equipo blaugrana rompiera su pésima dinámica en la Liga (solo había ganado 3 de los 8 partidos disputados) y lograra un triunfo balsámico que permite seguir soñando, aunque sea remotamente, con el título.

La ventaja del Atlético (el gran favorito) es muy grande (9 puntos), pero nada está decidido todavía. Sobre todo si el equipo de Koeman sigue superando etapas y mejorando su rendimiento. En el Camp Nou, el día del emotivo homenaje de Messi a Maradona (gallina de piel, de D10S a D10S, con la camiseta del Newell’s como nexo de unión entre los dos mejores jugadores de todos los tiempos), el Barça empezó a reencontrarse. Un Barça que a pesar de estar lejos, muy lejos, de aquel Barça majestuoso de Pep, tiene futuro. O, mejor dicho, puede tener futuro. Y eso, teniendo en cuenta las circunstancias en las que se está construyendo, ya es mucho.