Bendito plan B

Vitaliy Mykolenko en acción contra Pedri durante el partido de la UEFA Champions League entre el Dynamo Kiev y el FC Barcelona en Kiev, Ukraine,

Vitaliy Mykolenko en acción contra Pedri durante el partido de la UEFA Champions League entre el Dynamo Kiev y el FC Barcelona en Kiev, Ukraine, / SERGEY DOLZHENKO - EFE

Carles Sans

Carles Sans

Bendito plan porque, sin haber hecho un gran partido, cuando el martes vi jugar al equipo que alineó Ronald Koeman frente al Dinamo de Kiev tuve la misma sensación que cuando se provoca una corriente de aire en un lugar donde está muy viciado. Sentí una sensación de euforia viendo a Aleñà manejarse muy bien en el centro del campo, a Pedri gustándose, a Trincao ganando confianza y, sobre todo, a un Óscar Mingueza demostrando que no hace falta ir a buscar nombres extranjeros para un lugar que, un día, puede ser para él. El martes aún me resonaban las palabras que dijo Antoine Griezmann el día antes en una televisión de Madrid, declarándose inocente de toda culpa, y pidiendo que se le apoyara para poder volver a ser el que nunca ha sido desde que pisó suelo azulgrana. Me sorprendió saber que sus padres, al igual que yo y que miles de aficionados, no les gustó el numerito del documental que preparó en 2018 junto a Piqué para decirnos que no venía. En aquellos días firmó que hablaría en el campo y no en los medios, pero en el campo ha dicho más bien poco, y ha decidido volver a los medios para anunciar que se está buscando y que le ayudemos a encontrarse. En fin, al menos en Kiev se reencontró con el gol junto a los jóvenes que ese día corrieron con ganas, combinaron bien y mostraron garra, algo que últimamente en ciertos jugadores ausentes se echa bastante de menos.

El momento por el que transita el club y el equipo es muy extraño. Aquellos veteranos que nos han dado tanto parecen estar inmersos en una sutil decadencia que se puso en evidencia el martes cuando no participaron del partido. No digo que el equipo que le marcó cuatro goles al Dinamo sea el que deba alinearse a partir de ahora; no es eso, pero sí que la savia nueva le dio un tono al Barça que debería ayudar a comprender que a partir de ahora nadie ha de escandalizarse por ver en el banquillo algunos reconsagrados jugadores para dar más oportunidades a quienes el martes nos demostraron tener un lugar entre los titulares. 

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