Barcelona empieza a encontrar el equipo y el Madrid sigue confundido

Leo Messi, marcado por Parejo

Leo Messi, marcado por Parejo / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

Barcelona empieza a recomponer su idea mientras que el Real Madrid sigue perdido en la indefinición. En el tumulto de sus jugadores. Es curioso el momento que atraviesan los dos grandes de la Liga. Hago la excepción del Atlético porque continúa su camino firme, con un entrenador que compite con una idea definida y sostenida en el tiempo. 

El equipo culé ante el Tottenham brindaó un espectáculo de alto nivel de Champions. Fue un partido con mucha fidelidad hacia el buen juego. El equipo de Mauricio Pochettino intentó jugar y ganar, y fue un gran rival para el Barcelona. La diferencia fue un Messi que jugó ese partido en un nivel superlativo. Y contra él nos hay remedio ni sistema táctico que valga. Fue un duelo atrapante. Hacía bastante que no se veía en fase de grupos dos equipos tan competitivos, intentando superarse desde el juego, sin ninguna trampa y con un gran compromiso con la idea. Después podrá evaluarse en qué sectores de la cancha fueron más decisivos, si diez metros más atrás o más adelante, en diferentes tramos del partido. Pero también hay que considerar que el adversario te lleva a jugar en lugares que no elegiste. Y te condiciona en la toma de decisiones. 

En el balance entre el Tottenham y el partido con Valencia por la Liga, me quedo con que el equipo ha mostrado en Champions que es capaz de jugar bien, recomponer su idea y ganar. Con el Valencia fue muy estático y pacífico. Pero podría explicarse por el gran desgaste que hizo en Londres y la necesidad de superar con contundencia a un rival muy bueno para ganar también en tranquilidad en la competición. 

El equipo de Marcelino le planteó otras dificultades al Barcelona que el Tottenham. El Valencia no te deja jugar. Te presiona y bloquea mejor los espacios. Y en esas circunstancias el equipo se entrega a la dependencia de Messi.

Quisiéramos ver ya un volante con la capacidad de desmarque, panorama de juego y resolución, que generaba un jugador como Iniesta, pero aún el equipo culé no la encuentra con sus volantes. Pero como saldo positivo me parece que empieza a esclarecerse quiénes son los once jugadores de Valverde. Y rescato que quedó demostrado que puede jugar bien y ganar. 

Arthur empieza a ser un jugador importante para el Barcelona. Es un futbolista que nunca te deja con diez hombres y que tendrá que ir adquiriendo mayor coraje para animarse a asumir riesgos. Pero demuestra que tiene siempre participación en la recuperación de la pelota, en la gestación de las jugadas, y todavía debe animarse a acompañar con algunas llegadas al área. No hay mejor entrenador que el que da garantías a los jugadores para que emprendan aventuras. Y el brasileño se lo tendrá que seguir ganando. No siempre que Iniesta encaró le salió bien la jugada. Y no tengo dudas de que en la medida que Arthur vaya agarrando confianza lo va a ir logrando. Es muy buen jugador de fútbol. Y muy joven. Y es bueno que el entrenador vaya configurando el mediocampo con Rakitic, Busquets y Arthur. 

Messi es Messi. Lo que más me gusta de él es que renunció a ser el protagonista en el mercado para ser un jugador de equipo, con un enorme compromiso con el juego; algo que por las urgencias nunca pudo llevar a cabo en la selección argentina.  

El rosario hace jugar y define la jugada, y es capaz de cambiar un partido en cinco minutos. Como capitán pasó de la formulación del deseo de ganar en la Champions a mostrarle el camino a sus compañeros en el campo de juego. Podrá ganarla o no, no dependen de él los resultados. Y al azar juega su rol. Pero jugando con el compromiso con la idea como lo hizo con el Tottenham, estará más cerca de conseguirlo. 

En contrapartida no entiendo qué sucede con el Real Madrid. Todo lo que se fabrica en el fútbol en relación a la tenencia de la pelota y el pase tiene que tener el fin de lograr el engaño y ganar en los últimos metros, que es donde se definen los partidos. Es tan grave pasarse la pelota sin ser efectivo como regalarla y tirarla al aire. Y digo esto porque no entiendo qué quieren hacer cuando el equipo blanco tiene la pelota. Todo le cuesta y comete errores primarios. Tienen buenos jugadores que no encuentran a través del juego colectivo, como ser profundos y decisivos en los últimos metros. Hay jugadores que pareciera que están en otro mundo en ese sector. Es ciertos que antes hubo una exageración porque Cristiano era el dueño de las últimas jugadas y marcaba 40 goles. Pero ahora el equipo convive con la apatía que nadie resuelve con la ausencia del portugués. Y por momentos hasta parecen más implicados los laterales que los delanteros en la definición. Tienen una enorme dependencia de enorme dependencia de la chispa y la creatividad de sus individualidades. 

El Real Madrid aún no encontró una idea de juego. Valverde empieza a encontrar los interpretes para la suya y el Atlético aprovechará los errores de los dos para descontar en la carrera por lograr una Liga que es atrapante.