Opinión

Barça: todos los huevos en la misma cesta

Los jugadores del Barça celebran el gol de Joao Félix contra el FC Porto

Los jugadores del Barça celebran el gol de Joao Félix contra el FC Porto / Valentí Enrich

 Lo escribió en su día el gran filósofo y ensayista José Ortega y Gasset: “No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”. Él, que fue el gran impulsor de la teoría del perspectivismo, seguro que hubiera podido iluminarnos para entender qué diablos le viene ocurriendo al FC Barcelona, instalado ahora en un profundo estado de decepción colectiva.

Sin embargo, un buen amigo mío, socio y muy culé, lo simplifica mucho más. Tiene clarísimo el diagnóstico: “La pelota, amigo, la pelota. Si entra, todo lo aguanta, todo vale, y todo se perdona. Si no entra, se habla de todo sobre lo que antes se ninguneaba”. Añadiría que este ‘desapasionamiento’ hacia el Barça por parte de su masa social y su entorno es inversamente proporcional a la euforia e ilusión que Laporta y los suyos prometieron en campaña electoral y en muchas fases de este mandato. “Hemos vuelto”, “el inicio de una nueva era”, fueron slogans muy plausibles apuntalados por una Liga y una Supercopa de España…

Lo dije y lo escribí en su día: esta junta directiva saldrá bajo palio y en olor de multitudes o en globo, porque su presidente, convertido en un druida moderno, ha puesto todos los huevos, absolutamente todos, en el mismo cesto: el primer equipo. Él sabe, mejor que nadie, que mientras el equipo enamore y gane títulos, nadie alzará la voz, no tendrá oposición y no se hablará de un modelo de club, en muchas cosas, en las antípodas de lo que debería ser.

Sí, si la pelota entra, nadie se acordará que para potenciar a este equipo hoy desnortado se haya vendido el 25% de los derechos de televisión durante 25 años, tampoco que haga ingeniería financiera con Barça Studios, que cerrara Barça TV, que despida día sí y día también a trabajadores (a los suyos no, claro), que modificara el código ético para beneficio de unos pocos… que se debiliten las secciones y el área social… Y mucho menos, que se profundice/investigue en las dudas razonables que ha generado la elección de Limak y otros contratos de servicios millonarios.

El socio, el aficionado culé, le puede perdonar a Laporta que bajo su presidencia se fuera el mejor jugador de la historia, Leo Messi (y quizá también Alexia Putellas), incluso que nadie se aclare sobre si económicamente el club está mejor o peor que antes, pero lo que no soporta ni tolera es que el Barça, en vez de ir a mejor, vaya a peor. Estamos a la mitad del mandato y la excelencia, todavía, no se ve por ningún sitio. Para mí es tan importante la del campo y como la de la gestión. Lo uno y lo otro han de ir a la par, aunque en este Barça ya se sabe, la pelota, amigo, la pelota…