El Barça dominó con claridad el primer envite

Pangos, frente a Laprovittola

Pangos, frente a Laprovittola / JAVI FERRÁNDIZ

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

CONTROL DE LAPROVITTOLA

Era el objetivo de los hombres de Pesic. No es ningún secreto que las opciones de la Penya pasan por la capacidad que pueda tener el base argentino para desequilibrar el partido. La defensa blaugrana buscó ahogarlo, y lo consiguió. A partir de aquí todo fue mucho más sencillo para el Barça. Hay que tener presente que en una serie de cuartos a tres partidos el partido inaugural exige mucho al anfitrión.

Por ello, los de Pesic salieron al choque muy mentalizados. Fuero diez minutos iniciales de una gran intensidad y acierto, que permitió a los blaugrana a empezar a dominar el ritmo de juego. No obstante, el Joventut no bajó los brazos y siguió porfiando, desde el esfuerzo, para evitar que su rival rompiera el partido. No acabó de lograrlo. Sus bajos porcentajes de tiro mermaron su capacidad ofensiva, y evitaron que pudieran competir en el tramo final del partido. No consiguieron los de Durán que el Barça llegara a tener “miedo” de perder el encuentro.

MÁXIMA RIVALIDAD

Fue un duelo accidentado. La expulsión de Pesic o el conflicto entre Heurtel y Laprovittola, fueron una muestra de que ambos equipos se tomaron el partido muy en serio. La ancestral rivalidad entre las dos entidades se hizo patente en el Palau.

Y a buen seguro tendrá continuidad en Badalona. No menos sorprendente fue también la ausencia de Séraphin. Parece que no acaba de haber un buen entendimiento entre el pívot francés y Pesic. Un serio problema para las aspiraciones del barça. Cabe destacar que en este primer partido no se notó su ausencia debido al buen partido que protagonizaron Tomic y Singleton.

El dominio del juego interior fue netamente balugrana, y algo parecido sucedió con los rebotes. Si a ello le sumamos el espectacular porcentaje de tiro, de dos y de tres, que logró el Barça el resultado final explica la diferencia existente en el partido.