Una bocanada de aire fresco

Araujo, con sus compañeros durante el partido

Araujo, con sus compañeros durante el partido / EFE

Gerard López

Gerard López

En época convulsa y de situación de crisis económica el Barça siempre encuentra a la cantera como una solución. Esta vía entre el fútbol base y el primer equipo debería permanecer siempre abierta, pero lamentablemente no es así. Depende de demasiados factores: del entrenador de turno, de las directrices de la directiva, de las prisas por lograr resultados y del dinero que hay en caja teniendo en cuenta de que es más fácil ir a fichar a alguien con experiencia que apostar por un joven prometedor.

La situación actual favorece a engrandecer este camino porque, a todos los factores nombrados anteriormente, se une la falta de rendimiento de algunos jugadores que deberían ser importantes. Y no hablo de los treintañeros que se han ganado un margen por lo mucho que han dado a este club sino por otros como Lenglet, Coutinho o Pjanic que deberían tirar del carro y están en el banquillo porque Koeman, que no se casa con nadie -ni con los suyos como Coutinho-, prefiere a los jóvenes de la cantera. 

PIDEN PASO. Y con un entrenador que no le tiembla el pulso para dar paso a los chicos han aparecido lo que debe ser la base de un futuro. Jugadores como Araujo, Pedri o Ansu son piezas clave en el futuro del Barça. Y luego están otros, a los que hay que dejarlos crecer como Mingueza, Trincao o Dest que deben dar otro paso  

para ponerse a su altura. El caso de Araujo creo que es especial pues posee unas características especiales. Tiene concentración, altura, un físico privilegiado, colocación, es rápido, buena salida de balón, toma buenas decisiones y va bien de cabeza. Además, es muy intuitivo en la estrategia pues en el filial había marcado varios goles. Es una realidad y hay que plantearse blindarlo porque en Europa hay pocos centrales así. Es un puntal para muchos años que debe crecer al lado de un líder como en su día lo hizo Piqué con Puyol. Ahora le toca con Lenglet, a quien le va mejor el rol de segundo que de primero. Koeman, como no se casa con nadie, le ha relegado al banquillo y se atreve con otras opciones como Mingueza. 

Y ahí está también el caso de Pedri, un jugador sensacional y al que considero titular indiscutible. Ve el fútbol como nadie, muy claro. Tiene atrevimiento, colocación y es muy inteligente. En Las Palmas lo veía más de mediapunta pero puede jugar perfectamente de interior. ¡Es Iniesta! Y está llamado a convertirse en la referencia en el centro del campo con De Jong. Luego está Ansu, que ya es una realidad y que esta lesión ha frenado su rendimiento. Todos estos jugadores se están abriendo paso en medio de jugadores que no están a la altura del club. A estos hay que añadir a Aleñá y a Riqui Puig, otros dos valores que hay que cuidarles y darle confianza. Es un cambio generacional en el que está 

inmerso el equipo y que provoca que sea todavía poco fiable, capaz de una de cal y una de arena, poco regular y que no pueda seguir el tren impuesto por el Atlético de Madrid y el que ha marcado ahora el Real Madrid donde cuatro jugadores muy veteranos como Kroos, Modric, Ramos y Benzema están a un nivel espectacular y hacen olvidar el desasosiego generado por las ausencias de Hazard. Rivales como Real Sociedad y Sevilla no están finos y el Barça está lejos de engancharse al grupo de cabeza porque no es regular. Hay varios lesionados importantes, algunos cracks que no rinden y unos jóvenes que piden paso, siendo una bocanada de aire fresco en medio de un panorama no muy alentador.